Talgo ha presentado unos buenos resultados de 2019, donde ha logrado duplicar el beneficio neto, que se ha situado en 38,4 millones de euros (+116%). El beneficio ajustado ha sido de 40,1 millones. Sin embargo, el mercado no lo ha aplaudido: la cotización ha caído un 3% -superando incluso al Ibex, en caída por el coronavirus-, hasta los 5,25 euros, por lo que sigue sin recuperar el 43% del valor perdido desde su debut en el parqué (9,25 euros).

El fabricante de trenes ha ganado 38,4 millones gracias a la mayor actividad industrial y los menores costes. La cifra de negocio ha ascendido a 401,7 millones (+23,8%) por el aumento de la actividad industrial, donde la alta velocidad sigue siendo su principal negocio aunque ya ha empezado su diversificación.

La posición de caja neta ha sido de 59 millones, pero inferior a la del consenso de analistas: esperaban 80 millones

Talgo ha logrado nuevos contratos por 1.134 millones, la cifra más alta desde 2011. También ha registrado récord en la cartera de pedidos, que ha ascendido a 3.347 millones, entre ellos están: los 2.300 millones del contrato con el operador ferroviario alemán Deutsche Bahn para la fabricación de 100 trenes de alta velocidad o los 897 millones de la fabricación de 30 trenes Avril para Renfe. Y si a esta cartera, se suma el pedido de la compañía ferroviaria danesa DSB (empezará por 8 trenes por 134 millones, pero el total podría ascender a 500 millones) del pasado febrero, la cartera se sitúa en un nuevo máximo: 3.798 millones.

La posición de caja neta ha sido de 59 millones, pero inferior a la del consenso de analistas (esperaba 80 millones), según han señalado los expertos del Banco Sabadell.

Paralelamente, el fabricante de trenes ha informado sobre las remuneraciones de sus consejeros (ver documento adjunto) en 2019, que supusieron 1,16 millones. El presidente ejecutivo, Carlos de Palacio Oriol, cobró 588.000 euros; y el CEO, José María Oriol Fabra, 572.000. Y por cierto, conviene recordar que en la última Junta, el 13% de los accionistas rechazó la política de remuneraciones