El Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española ha registrado un crecimiento del 0,6% en el segundo trimestre de 2018 respecto al trimestre anterior. Esta tasa es similar a la estimada para el primer trimestre del año y a la avanzada el pasado 31 de julio para este segundo trimestre, según el INE.

Sin embargo, en términos interanuales, la tasa de crecimiento del PIB fue del 2,5%, tres décimas inferior a la del primer trimestre de 2018. Esta tasa es, a su vez, dos décimas menor que la avanzada el 31 de julio para este segundo trimestre (que fue del 2,7%). Además, esta tasa interanual del 2,5% es la más baja desde finales de 2014.

Para más inri, esta misma semana, el Banco de España empeoraba sus previsiones para la economía española. En concreto, ha rebajado sus pronósticos de crecimiento del PIB hasta el 2,6% en 2018, el 2,2% en 2019 y el 2% en 2020.

Los datos del INE confirman que el frenazo en la actividad económica se debe, principalmente, a la desaceleración del consumo

Los datos del INE confirman que el frenazo en la actividad económica se debe, principalmente, a la desaceleración del consumo, que creció en el segundo trimestre un 2,2% respecto al mismo período del año anterior, lo que supone siete décimas menos que en el primer trimestre.

Ese descenso es especialmente acusado en el gasto de los hogares, que creció un 2,3%, esto es, ocho décimas menos que entre enero y marzo, mientras que el consumo del sector público aumenta un 1,9%, cinco décimas por debajo del registrado en el trimestre anterior.

También las exportaciones han influido a la moderación del crecimiento, ya que en el segundo trimestre crecieron un 2,3% respecto al mismo trimestre del año anterior, lo que representa 1,1 puntos menos que en el primer trimestre de este año.

La política económica que la actual ministra de Economía, Nadia Calviño, quiere implantar es la de aumentar el gasto público y la de subir los impuestos

Estamos, por tanto, ante una clara desaceleración de la economía española. Y esto no es una buena noticia ni para España, ni para el Gobierno Sánchez.

La política económica que la actual ministra de Economía, Nadia Calviño, quiere implantar es la de aumentar el gasto público y la de subir los impuestos. Cuando es justamente la contraria la que convendría ahora a los españoles: dejar el dinero en sus manos para que activen la economía. Y también, convendría contener el gasto público.

Tampoco hay que olvidar que la economía española necesita al menos de una tasa de crecimiento del 3% para generar empleo…

Así que se ciernen nubarrones sobre la economía española y sobre la política económica de Pedro Sánchez, que tendrá que lidiar con un problema más de los que ya tiene…