El Sanchismo y el Zapaterismo se han divorciado, esa es la principal consecuencia que ha tenido en el PSOE la dimisión de Jordi Sevilla como presidente de Red Eléctrica por culpa de la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Y en lugar de calmar las aguas, esta última ha optado por echar más leña al fuego al cargar contra el hombre fuerte del PSOE en economía.

En concreto, la ‘vice’ ha señalado que “todos conocemos la gran capacidad expansiva en términos de comunicación de este señor”. Y no contenta con esto, ha añadido que “si no se siente cómodo en el contexto que dice, de las referencias externas del contexto regulatorio, quizá es comprensible que se vaya”.

Ribera ha subrayado que "jamás ha habido una injerencia", pero cuesta creerlo: Sevilla ha renunciado a tener uno de los sueldos más altos de las empresas públicas

Y por si esto no bastara, Ribera ha subrayado que “jamás ha habido una injerencia”. Algo que cuesta creer porque Sevilla tenía un sueldo de 546.000 brutos anuales, uno de los más altos de las empresas públicas. Al hilo de todo esto, ojalá la vicepresidenta ‘verde’ no se refiera al mismo tipo de injerencia que negaba Al Gore siendo vicepresidente de EEUU en la Conferencia sobre Población de El Cairo en 1994. Recuerden que en dicho escenario, el norteamericano negaba aquello de lo que luego se enorgulleció (que con dinero público de EEUU se financiaba el aborto en todo el mundo) y el entonces portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, no tuvo reparos en espetarle: “El señor vicepresidente miente”. En definitiva, Ribera ahora niega dicha injerencia (olvida las ‘comisarias políticas’, claro está) pero puede que mañana presuma… Quien sabe.

Eso sí, la miembro más ‘verde’ del Gabinete de coalición también ha agradecido a Sevilla su “esfuerzo” por intentar consolidar Red Eléctrica, una de las “joyas de la corona” del Ibex 35, y donde lo más importante ahora es que “recupere la tranquilidad”. Claro que después de sus declaraciones anteriores, parece más una mera cuestión de cortesía política ante los medios que palabras sinceras.

Señala a Red Eléctrica como una de las “joyas de la corona” del Ibex 35, y donde lo más importante ahora es que recupere la tranquilidad

Y ojo, porque Ribera ahora tiene más poder (es vicepresidenta) y parece que ha empezado a ajustar cuentas con los disidentes. José Bogas, CEO de Endesa, tiembla porque auguró problemas por el cierre de las nucleares, donde se necesitará flexibilidad y lo fío todo a una posible revisión del plan de transición ecológica en 2023. Antonio Brufau, presidente de Repsol, quizá, brame… y más teniendo en cuenta los insultos que Ribera le profirió hace unos meses. Y Francisco Reynés, presidente y CEO de Naturgy, puede que se escaquee… porque quiere crecer en gas natural… y esta energía gusta a Bruselas -aunque no a Ribera-, pero a esta no le ha quedado otra que rendirse y es probable que reforme su famoso plan de transición energética.