El propio Pedro Sánchez es consciente de que formar un gobierno de coalición con los neo-comunistas de Podemos es una barbaridad. Y también es consciente de que será un gobierno Frankenstein, frentepopulista, perpetrado por socialistas, leninistas 3.0 (que diría Felipe González) y separatistas vascos y catalanes. Y hasta proetarras, que seguro que Bildu, al igual que en la moción de censura, le aplaude con entusiasmo.

Y así, el propio presidente en funciones reconocía en privado que ese ejecutivo Frankenstein es una barbaridad pero se excusa diciendo que no puede hacer otra cosa. Ayer hablábamos del fatalismo español pero también hay mucho de egolatría dolosa en Sánchez: está dispuesto a encabezar una Administración socio-comunista, nefanda para el país… con tal de mantenerse en Moncloa. Pues eso.

Consenso en el IBEX: nadie quiere el Frente Popular de Sánchez… pero nadie levanta la voz. No tienen interlocutor reconocido y están divididos

Enfrente, ese miércoles 11 de diciembre, SM Felipe VI tendrá su última oportunidad: poner firme al enloquecido Sánchez y advertirle que España no se puede permitir tener en el Gobierno a comunistas lanzados hacia la III República -ya han iniciado la campaña de refrendos por ciudades sobre la forma de Estado- ni de separatistas que pretenden romper la unidad nacional. Y si no, el Rey podría, está legitimado para ello, nombrar a otro encargado de formar gobierno. Por ejemplo, el también socialista José Borrell. Entre otras cosas porque España se juega mucho en el envite pero el monarca se está jugando el trono.

En definitiva: es la última oportunidad para Felipe VI. Majestad, ejerza de Sergio Matarella, el presidente italiano, durante el crítico mes de agosto: convoque a Sánchez, Casado y Arrimadas para un gobierno de transición.

Recuerden: el presidente italiano, ante el órdago de Mateo Salvini, convocó al primer ministro Guiseppe Conte, al líder de cinco estrellas, Luigi di Maio y a los izquierdistas del PD y en unos días formó un gobierno entre la presunta excomunista y los presuntos ultra del Movimiento Cinco estrellas.

Un gobierno formado por granujas, idiotas y algún que otro revolucionario

Pues bien, eso mismo es lo que muchos, en la izquierda y en la derecha, están pidiendo al Rey de España que haga. O eso, o el Frente Popular… que pretenderá la III República. Un gobierno formado por granujas, idiotas y algún que otro revolucionario.

Para los católicos un Gobierno entre PSOE, PP Y CS, o un gobierno socialista apoyado por estos dos, no es la panacea, ni de lejos. El único partido en el Parlamento que defiende los principios cristianos es Vox. Ahora bien, el Monarca se juega el ser o no ser.

Por cierto, la aversión al proyecto frentepopulista de Sánchez es general en España. Desde luego, en el sector empresarial lo que ahora llamamos el Ibex 35. Todas las empresas con las que hablo están en la misma línea: expectantes y temerosas. Ahora bien, el problema del Ibex es que no tiene interlocución política porque carece de interlocución. No es que cada uno haga la guerra por su cuenta es que ninguno hace la guerra, entre otras cosas porque ninguno se atreve a hacerla: practican el juego de la supervivencia. Con una huida de capitales hacia Portugal, ya en marcha, y con las chifladuras podemitas en el horizonte, la cosa es como para echarse a temblar.

Además, el Ibex 35 sigue sin comprender el mantra del “único gobierno posible”. Siguen sin comprender cómo Sánchez no se alinea con el PP y con Ciudadanos para pararle los pies a neocomunistas e independentistas de una vez por todas. Porque esa es la otra salida: PSOE+PP, mayoría absoluta.