Red Eléctrica Española (REE) ha publicado sus resultados del ejercicio cerrado en 2020. Malas noticias y todo ello pese al famoso apoyo gubernamental que tiene el monopolio eléctrico y con los palos que sufrimos año tras año los españoles en las subidas de la luz. Nuestro “maravilloso” Gobierno nos ha prometido y reprometido bajadas en el precio de la luz desde que llegó a nuestras vidas, aún las estamos esperando la mayoría. Como breve anticipo, el resultado del ejercicio del grupo en 2020 ha descendido en un 13,1% respecto al año anterior. De igual manera, la cotización del grupo ha descendido en bolsa tras la publicación de sus resultados más de un 5%, a ver si hay suerte y la cosa mejora en el futuro, ya que al menos a un servidor que mantiene posiciones abiertas en la compañía, esto de invertir e invertir esperando una futura subida del precio de REE que nunca llega, cansa a cualquiera. Eso sí, la compañía transportista y operadora del sistema eléctrico ha aprobado el reparto de un dividendo complementario de 0,7273 euros. 

Durante este 2020 azotado por la pandemia, la evolución del beneficio neto del grupo en 2020 ha sido negativa desde el cierre de 2019. Su resultado ha sido de 621,1 millones de euros (M€) y en 2019, fue de 714,7 M€. Vayamos con el estudio segregado de las principales cifras que componen la cuenta de resultados para explicar este descenso.

La facturación del grupo, o sea, ingresos, ha descendido en un 1,1% respecto a 2019, pasando de 2.007,2 M€ a 1.985,7 M€. Un porcentaje de descenso de la cifra de negocios entre períodos muy baja, si comparamos con el importante decremento del resultado del ejercicio, en iguales términos comparativos.

La facturación baja un 1,1%, a 1.985,7 M, y el Ebitda, un 1%, a 1.568,5 M€. Esto último demuestra una mejor gestión de los gastos de explotación que en 2019

En relación con la capacidad de generar recursos del grupo, analizada a través del indicador del Ebitda, ha descendido en 2020 en menor medida que su facturación, de manera comparativa con 2019. El Ebitda de REE ha alcanzado los 1.568,5 M€, tan solo un 1% inferior al de 2019, que fue de 1.583,6 M€. Es decir, la gestión de los gastos de explotación del grupo en 2020 ha sido mejor que la del año anterior, ya que han descendido los gastos recurrentes en mayor medida que los ingresos, buena gestión, aunque solo faltaría que esto no fuera así. Veamos entonces en qué partida de la cuenta de resultados se producen los principales problemas para llegar a una cifra tan negativa en términos comparativos de su resultado del ejercicio.

Pues bien, el principal problema se aprecia en el resultado neto de explotación (Ebit), o lo que es lo mismo, el Ebitda menos deterioros y amortizaciones, del grupo en 2020 ha descendido en un 14,2% respecto a la misma cifra del período anterior. El grupo que preside la exministra socialista Beatriz Corredor nos informa que la caída deviene principalmente del deterioro de valor de los activos de Hispasat por importe de 122,3 M€, un dineral, aproximadamente supone un 10% del Ebit del período.

Vayamos finalmente con un breve análisis de la deuda del grupo. La deuda financiera neta de REE ha ascendido hasta los 6.113,3 M€, superior en 75 M€ a la registrada a cierre del ejercicio anterior, esto es un 1,2% más. Una buena cifra si la comparamos con que el grupo hizo unas inversiones de 895 M€ en 2020, siendo esto un fiel indicativo de que “no necesita” en el corto plazo a los bancos para acometer inversiones.

Conclusión: Red Eléctrica, al igual que el resto de las denominadas eléctricas, menos esperar a recibir “ayudas” del gobierno de turno y llama al orden a tus gestores porque algo no está funcionado. Bueno al menos, la evolución negativa de su resultado viene principalmente afectada por los deterioros y las amortizaciones, lo que no es del todo preocupante.

La deuda financiera neta asciende a 6.113,3 M€ (+1,2%) y las inversiones se sitúan en 895 M€, un fiel indicativo de que “no necesita” en el corto plazo a los bancos 

Paralelamente, la compañía ha presentado su Plan Estratégico 2021-2025, pero no ha logrado convencer al mercado para que la cotización suavizara su caída. Y es que el CEO, Roberto García Merino, no se ha mojado en los objetivos de beneficio neto y Ebitda, pues no se han dado las cifras que se esperan para 2025, sino que sólo se ha señalado que la actividad internacional incrementará el Ebitda un 6% anual hasta 2025 e Hispasat lo hará en algo más de un 5% anual en el periodo.

Tanto la presidenta como el CEO han preferido centrarse en las inversiones, que ascenderán a 4.400 millones. De esta cifra, la mayor parte, 3.350 millones, se destinará a la transición energética, y de estos, 2.846 millones se invertirán en las redes de transporte, 411 millones en elevar la capacidad de almacenamiento energético (a través de dos proyectos -uno en Gran Canaria y otro en Tenerife-) y 92 millones para que la operación del sistema esté cada vez más integrado en Europa. Por su parte, en el área internacional, invertirán para elevar su presencia en Brasil, Perú y Chile, “buscando nuevas oportunidades para lograr nuevas fuentes de ingresos”, ha señalado García Merino. Respecto al negocio de telecomunicaciones, REE invertirá 735 millones -620 en las infraestructuras satelitales y 115 millones en Reintel (la mayor operadora de fibra óptica oscura de España) y el 5G- y lo abrirá a la entrada de socios: en concreto, busca un socio de carácter estratégico para Hispasat, mientras en el caso de Reintel se decanta más por un socio de perfil más financiero que le ayude a reactivarla.

El Plan Estratégico 2021-2025 contempla unas inversiones de 4.400 millones y el deseo de abrir el negocio de telecomunicaciones a la entrada de socios: un estratégico en Hispasat y un financiero en Reintel

Eso sí, en la presentación del nuevo Plan Estratégico sí se ha hablado del dividendo, algo lógico teniendo en cuenta que el principal accionista es la SEPI, o sea, el Estado (tiene el 20% del capital). En concreto, habrá “una política de dividendo sostenible”, en palabras del CEO, de 1 euro por acción entre 2020 y 2022, y será “de al menos 0,80 euros” entre 2023 y 2025 por las fuertes inversiones.

Por último, REE ha publicado el informe de las remuneraciones de sus consejeros, a las que destino entre la sociedad principal y el resto de las sociedades del grupo 3,204 millones. La exministra socialista Beatriz Corredor, que fue nombrada presidenta el pasado 25 de febrero a pesar de no tener ninguna experiencia en el sector energético, ha cobrado 464.000 euros (449.000 euros en remuneración fija y 15.000 euros en dietas). Por su parte, Roberto García Merino ha recibido 859.000 euros que se desglosan en: una remuneración fija de 731.000 euros (frente a los 459.000 euros del año anterior), 58.000 euros en acciones, 70.000 euros aportados a su sistema de ahorro (que ya acumula un total de 112.000 euros). Y el exministro socialista Jordi Sevilla, a quien Corredor tomó el relevo en la presidencia de la compañía, cobró 42.000 euros (40.000 en remuneración fija y 2.000 euros en dietas).