Hace algo más de un año comentábamos que Liberbank se encontraba en un proceso de restructuración brutal, con malos márgenes de intermediación y con una capacidad limitada para captar comisiones, lo que derivaba en una evolución de la cuenta de resultados que tan solo se libraba por la ligera reducción de las ratios de morosidad. Los datos no eran para tirar cohetes. Calificar de alentador su futuro teniendo en cuenta el comportamiento de otras entidades financieras, no nos hacía sino apoyar la idea de que, al final, la concentración del sector iba a ser un mal menor si la alternativa eran más rescates. Ahora, la bancada es de color rojo, antes era azul, pero el problema de crear entidades too big to fail va a ser interesante si lo que buscamos es obligar a tributar determinadas operaciones financieras. Véase el golpe a los unit linked que vuelven a tributar en Patrimonio. Toda una alegría. Seguir engordando la recaudación vía nuevos impuestos no parece muy interesante, por mucha empatía que puedan mostrar las empresas. Montero dixit.

La entidad ha lavado su cara y reconoce unos resultados intermedios de 108 millones de euros

Sin embargo, con los datos que presenta este martes Liberbank, parece que Manuel Menéndez nos ha dado un “zasca” en toda la boca. La entidad ha lavado su cara y reconoce unos resultados intermedios de 108 millones de euros frente a las pérdidas del curso pasado por estas mismas fechas. Hace un año sus datos reflejaban unas pérdidas de 270 millones que difícilmente hacían atractiva la entidad de cara a posibles ampliaciones de capital y a la estabilidad del negocio. Pero el excepcional trabajo de saneamiento de su cartera inmobiliaria le ha permitido poner algo de orden en su cuenta de resultados. Y no sólo por los saneamientos, sino también por el margen de intereses, que se ha elevado un 10,9% hasta los 335 millones de euros, mejorando el margen bruto en un 4,7% hasta los 523 millones. Con estos datos, la mejora del resultado de explotación es una evidencia, con un aumento del 24,2% hasta los 227 millones. Todo estupendo, por lo menos con estos datos.

Los recursos de los clientes se han elevado en un 5,1%, hasta los 29.307 millones de euros

Vamos ahora por el lado del balance, que explica mejor estos resultados. Ha aumentado de tamaño, con un crecimiento del 3,4%, y ha reducido la presencia de activos improductivos y de la morosidad, que actualmente queda fijada tan solo en el 6,15% al cierre de los nueve primeros meses, una bajada de 4,37 puntos respecto al año pasado. Los recursos de los clientes se han elevado en un 5,1%, hasta los 29.307 millones de euros, elevando el importe total de los créditos productivos en el 10,6% en todas las áreas de actividad. La formalización de nueva financiación se ha incrementado un 46,4% en términos interanuales, con un total de 4.491 millones.

Con todo ello, el nivel de capital de máxima calidad ha quedado fijado en un 13,9%, y el CET 1 fully loaded, considerando los rendimientos del curso, en un 12,1%. Datos que permiten alejar los fantasmas del pasado y que me invitan a ser más moderado en próximos artículos respecto a mis previsiones, sobre todo si es en el ámbito bancario. Sr. Menéndez, mal pinté su entidad hace algo más de un año, y creo que minusvaloré su capacidad para poner en orden su balance. Mea culpa… el honor es suyo, y el mercado lo valora positivamente, con un recorrido en la cotización de al menos 0,17 euros/acción respecto al precio actual de 0,40 euros.