Este lunes, en la Comisión de Fomento sobre Presupuestos, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha presumido de que el próximo martes, el Consejo de Administración dará luz verde al primer contrato del plan de compra de nuevos trenes. Sin embargo, lo hace con siete meses de retraso: estaba casi listo el pasado junio, pero hubo cambio de gobierno y había que firmar antes un nuevo contrato de Obligaciones de Servicio Público (OSP).

Táboas ha anunciado que el próximo martes, Consejo de Administración de Renfe aprobará este primer contrato por un importe de 287 millones de euros. En concreto, abarca la compra de 31 trenes “de ancho métrico”, que renovarán gran parte de la flota de la antigua Feve, en las comunidades de la cornisa cantábrica y en Murcia; y otros seis trenes de Cercanías para la línea Cercedilla-Cotos de Madrid, que tienen “una antigüedad de más de 40 años”.

El Consejo de Administración de Renfe también votará el plan estratégico, teniendo en cuenta la liberalización del transporte de viajeros

El Consejo de Administración de Renfe también votará el plan estratégico para los próximos cinco años, que tiene dos objetivos: “transformarse en un operador integral de movilidad de viajeros y en un operador internacional logístico en mercancías”. Y, todo ello, teniendo en cuenta la liberalización del transporte de viajeros, que entrará en vigor en diciembre de 2020 y no afectará a las OSP (se explotarán durante 15 años en Cercanías y Media Distancia, según el último contrato firmado).

Táboas ha anunciado una inversión de 838 millones en equipamientos y servicios, detallando parte de su desglose: 408 millones para la compra de nuevas unidades y los primeros pagos del plan de compra aprobado en mayo de 2017 (15 trenes AVE); 281 millones para aumentar la capacidad, mejorar y renovar las unidades; 40 millones para mejorar la accesibilidad de las estaciones de Cercanías; 58 millones en seguridad; 17 millones en actuaciones en talleres y 34 millones en sistemas de información. Junto a la inversión, Táboas ha destacado la apuesta por la internacionalización y “la mejora continua para cumplir la función de transportar viajeros de forma segura y competir con otros operadores”.

Se invertirán 838 millones de euros en equipamientos y servicios y Táboas presume de que se consolidará el cambio en las finanzas del grupo 

Respecto a los resultados previstos, Renfe podría tener un beneficio de 60 millones. Por su parte, los ingresos ascenderían a 4.219 millones (+5%), de los que 2.600 millones (+5,5%) serán de la venta de títulos de transporte y de los clientes de mercancías y 1.207 millones de la compensación por prestación de OSP. Los gastos de explotación se situarán en 950 millones, mientras los cánones ferroviarios serán de 1.320 millones. Cifras que “consolidan el cambio en las finanzas del grupo sin ingresos extraordinarios”, ha señalado Táboas.

Por último, tras las preguntas de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, el presidente de Renfe ha remarcado que si les otorgan más OSP, “Renfe encantada” y que “desde 2007, no se ha comprado ningún tren de Cercanías ni Media Distancia”. Como saben, estos dos segmentos serán la prioridad, tras la reorientación del Presupuesto de Fomento, que ha cambiado de velocidad ferroviaria.