¡Qué casualidad! Este lunes, la Fiscalía ha encausado al Rey emérito y al mismo tiempo, ha exonerado a José Manuel Franco, eso sí, por distintas causas. Y es que no ve indicios de delito por parte del Delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid en relación a la manifestación del 8-M y pide que se archive el caso.

La Fiscalía ha recurrido también la apertura de las diligencias que hizo la jueza de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, contra Franco por no haber impedido las concentraciones en Madrid antes del estado de alarma, entre ellas, la del 8-M. Una causa abierta tras la denuncia de un abogado por un presunto delito de prevaricación administrativa. Y es que la Fiscalía alude, entre otras cosas, a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no declaró pandemia el Covid-19 hasta el 11 de marzo.

“Con tal escenario, nacional e internacional, pretender que el investigado conocía que con una actuación diferente a la realizada (para la que no estaba obligado ni legitimado) habría podido evitar la muerte de miles de personas y el contagio exponencial de la enfermedad resulta prácticamente inverosímil”, señala en un comunicado el Ministerio Público. Además, recuerda que los delegados del Gobierno no tienen competencias en materia sanitaria, por lo que considera que no sería razonable exigirle que prohibiera unas manifestaciones por razones sanitarias.

Está claro que la fiscal general del Estado y ex ministra socialista, Lola Delgado, hace maravillas.