Las negociaciones del PSOE para la formación de Gobierno se han acelerado en los últimos días, principalmente con ERC. Ahí es donde está el foco informativo, lo que no significa que no se estén produciendo otros contactos más discretos, por ejemplo, con el PNV. Y en esos preliminares, el partido de Andoni Ortuzar le ha recordado a Pedro Sánchez que, si quiere el apoyo de sus seis diputados, debe facilitar el ‘regreso’ del BBVA al País Vasco. Es lo mismo que le exigió en el interregno anterior, pero ahora cobra especial relevancia por cuanto la formación de Gobierno parece segura.

El PSOE, inmerso todavía en la negociación con Podemos para el reparto de carteras y con los catalanes para la investidura, no ha dicho esta boca es mía. Todavía queda mucho partido y en Ferraz no se quieren comprometer con una operación de tanto calado.

Porque la única manera que tiene el Gobierno de cumplir con la exigencia del PNV es promoviendo una fusión entre el BBVA y Bankia, del que el Estado posee el 61,7%. La hoja de ruta está clara: tras la operación, el FROB se convertiría en el principal accionista de la entidad y designaría presidente a José Ignacio Goirigolzarri, con despacho en su ciudad natal. Y el presidente de Bankia vería cumplida una de sus máximas aspiraciones: ser presidente del banco del que fue consejero delegado entre2001 y 2009.

La operación no se sencilla: requiere la adhesión de los fondos de inversión, accionistas del BBVA, que no darán su apoyo a una ecuación de canje en la que salgan perjudicados

La operación parece sencilla pero no lo es. En primer lugar, porque supone echar a Carlos Torres y el presidente del BBVA, actualmente inmerso en la defensa del banco en el caso Villarejo, no quiere marcharse, como es lógico. Y en segundo lugar, porque requiere la adhesión a la operación de los fondos de inversión, accionistas del BBVA, que no darán su apoyo a una ecuación de canje en la que salgan perjudicados.

En cualquier caso, si hay alguien que aprueba la unión Bankia-BBVA es la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, que daría carpetazo al rescate bancario español a la par que eliminaría la posibilidad de utilizar Bankia para crear una banca pública, tal y como pretende el futuro vicepresidente, Pablo Iglesias.

La dependencia del PNV para formar Gobierno aún está en el aire, pero Ortuzar ya se lo ha adelantado a Sánchez: si quieres nuestros seis votos, tienes que ‘devolvernos’ el BBVA.