Decíamos que la pandemia del coronavirus ha colocado a las petroleras, en crisis. La última muestra se puede ver en los resultados de Equinor (la antigua Statoil) de 2020, en los que ha arrojado unas pérdidas de 4.544 millones de euros por el Covid-19… por lo que el fondo soberano noruego tiene más razones para seguir desinvirtiendo en el crudo, una actitud algo hipócrita dado que gracias a este ha engordado su fortuna durante años, pero ahora abandera la lucha contra el cambio climático invirtiendo en proyectos eólicos y solares.

A la petrolera estatal noruega le ha pasado factura la caída del precio del gas y del crudo por la menor demanda energética que ha provocado la pandemia y también ha tenido que afrontar un cargo negativo de 12.657 millones por la depreciación y amortización de activos. De esta forma, ha pasado en un año de ganar 1.520 millones en 2019 a perder 4.544 millones en 2020. “Nuestros resultados están afectados por la turbulencia del mercado durante el año, pero con sólidas mejoras de costes y disciplina de capital, logramos un flujo de caja neto positivo tanto para el trimestre como para el año”, ha señalado el presidente y CEO de Equinor, Anders Opedal.

Por su parte, los ingresos se han situado en 37.793 millones (-29%). Un descenso muy similar al del cuarto trimestre, cuando bajaron un 22,6%, a 9.689 millones. En este último periodo del año, Equinor ha perdido 1.997 millones, diez veces más que hace un año (-195 millones). Además, ha acordado vender sus participaciones en el campo Bakken en los estados de Dakota del Norte y Montana (EEUU) a Grayson Mill Energy, por unos 741 millones.

Unos números rojos de Equinor que se suman a los presentados por otras petroleras europeas -como la anglo-holandesa Shell (-18.083 millones) y la francesa Total (-5.982 millones)- y por varias estadounidenses: Exxon Mobil (-18.660 millones), Chevron (-4.576 millones), Marathon Petrolanum (-8.246 millones) y ConocoPhilips (-2.246 millones). Además, se ha llegado a rumorear incluso una fusión entre Exxon y Chevron, aunque la operación no sería sencilla.