Pablo Casado cada vez se parece más a Mariano Rajoy. Su intervención en Ávila, el domingo 1 de septiembre, apertura del curso político para el PP, giró alrededor de la unidad de España y del muy cierto peligro centrífugo y la muy cierta egolatría de Pedro Sánchez. En efecto, al socialista lo único que le preocupa es permanecer en Moncloa el mayor tiempo posible. Por tanto, poco le importa aliarse con quien sea necesario para conseguir ese objetivo. Y así, vuelve a jugar a frentepopulista y guerracivilista.

La inauguración del curso político del PP giró, una vez más, en torno a la unidad de España. Pero unidad, ¿sobre qué?

Pero lo hace desde los contra-valores progresistas, con la majadería del pensamiento único, de lo políticamente correcto. Majadero, sí, pero propone algo concreto. Por contra, el votante español se desconcierta cuando el PP propone objetivos sin medios o medios sin objetivos últimos… sencillamente porque ha abandonado sus raíces cristianas. Piensan que así llegarán a más ajenos, cuando lo cierto es que no hacen otra cosa que decepcionar a los propios. Es por esto por lo que Vox obtuvo 24 diputados y por lo que Ciudadanos les arrebató la derecha económica (que tiene bemoles, porque Cs es socialdemócrata) e incluso la idea misma de unidad 'territorial'.

El líder del PP ha claudicado en la defensa de los principios cristianos, como la vida o la familia natural

Para entendernos: defender la integridad de España resulta muy loable, pero la unidad de España no es un principio, es una condición y al presidente del Partido Popular hay que preguntarle: unidad de España, ¿sobre qué ejes, sobre qué principios, sobre qué valores?

Pablo imita a Rajoy: está convencido de que los principios cristianos no venden

En su discurso del domingo, los principios cristianos, por ejemplo, la vida y la familia natural, apenas tuvieron cabida. Porque Casado, al igual que Mariano Rajoy, le tiene miedo a esos principios y siente vergüenza de ellos.

Pablo Casado insiste en un PP tecnócrata y sin alma. De esta forma, también se quedará sin votos. O ya se ha quedado. Al PP se le vota hoy... tapándose la nariz, como en la segunda legislatura de Mariano Rajoy.