El precio de la luz marca un nuevo máximo este miércoles, llegando a una media algo superior a los 94 euros por megavatio-hora (MWh), siendo el segundo más alto del año tras el del 8 de enero por la borrasca ‘Filomena’. Sin embargo, a Teresa Ribera parece que le da bastante igual, porque en el Congreso de los Diputados sólo ha hablado de suspender algún impuesto para para rebajar la factura, al tiempo que crecen las peticiones para bajar impuestos. Recuerden que los impuestos y costes regulados suponen más del 60% de la factura.

La vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha señalado que “probablemente” el Gobierno rebaje de forma temporal la fiscalidad de la electricidad suspendiendo algunos de sus impuestos: “No es descartable que haya que volver a hacer lo que ya hicimos en su momento, la suspensión de unos elementos fiscales con carácter excepcional y provisional”. A pesar de que no lo ha mencionado explícitamente, Ribera se refería al impuesto a la generación eléctrica, que tiene un gravamen del 7% y supone unos 1.500 millones de euros anuales: fue creado por el PP en 2012 para hacer frente al elevadísimo déficit de tarifa y el primer Gobierno Sánchez lo suspendió entre septiembre de 2018 y marzo de 2019.

En concepto de IVA, Impuesto Especial a la Electricidad y tasa municipal (se incluye en los peajes), el Estado y otras administraciones ingresan cerca de 8.000 millones de euros anuales

Entre el resto de tributos de la factura está el Impuesto Especial a la Electricidad, cuyo tipo es del 5,11% y que se aplica sobre el término de potencia y energía de las facturas. O sea, que también grava el consumo, algo que es propio del IVA, cuyo tipo no es reducido ni superreducido en el caso de la luz, sino del 21%, siendo muy superior al del resto de países de la Unión Europea e incluso a la media comunitaria (18%).

Conviene recordar que en concepto de IVA, Impuesto Especial a la Electricidad y tasa municipal (se incluye en los peajes), el Estado y otras administraciones ingresan cerca de 8.000 millones de euros anuales. Una cifra nada desdeñable, aunque sí recortable y más estando en un periodo de crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus. En relación al IVA, tributo que ya han pedido reducir varios partidos (PP, Vox y Cs) y organizaciones (OCU, entre ellas), el Gobierno quizá considere que no puede bajar el tipo al 10% y más cuando Bruselas le ha advertido que ya hace un uso abusivo del tipo reducido y del superreducido (4%), pero podría plantearse un nuevo tipo intermedio.

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