Noruega, Suecia y Dinamarca siguen, en parte, los pasos de Italia, y aunque aún no se habla de nacionalización, la idea no se descarta. El primer paso ha sido aprobar una inyección de liquidez de 870 millones de euros a aerolíneas de sus países para intentar evitar su quiebra ante el impacto de la pandemia del coronavirus.

Entre las afortunadas, están la escandinava SAS, que ha recibido 270 millones de Estocolmo y Dinamarca. Por su parte, la low cost noruega, que ha suspendido temporalmente al 90% de la plantilla y ha cancelado el 85% de los vuelos, contará con 250 millones (la mitad del montante de liquidez que Oslo ha puesto a disposición de sus aerolíneas), pero para recibirlos deberá aumentar su capital social, así como pedir también la aportación de bancos e instituciones privadas.

El CEO de Norwegian, Jacob Schram, ha señalado que están “muy complacidos” de que el Gobierno noruego “haya anunciado medidas centradas en la aviación, en respuesta a la inmensa tensión financiera que se ha impuesto a la industria mundial debido a la propagación del coronavirus”. “Necesitamos liquidez”, algo que “es crucial para proteger el sector de la aviación en Noruega, una infraestructura crítica de la que penden decenas de miles de empleo”.