En los tiempos que corren, en el amor, lo más importante es el sentimiento. Y si yo siento que amo a algo o a alguien, y yo quiero casarme con él, el Estado debe legalizar esa unión. Al menos, es el argumento que suele utilizar la progresía…

Pues bien: el último caso es el de una persona adulta de Nueva York, de quien no se ha revelado el nombre ni su sexo, que quiere casarse con su hijo o hija (tampoco se sabe su sexo) y ha presentado una demanda para anular las leyes que prohíben esta práctica, hasta el momento considerada incestuosa, calificándola de cuestión de «autonomía individual», recoge Infocatólica.

Esta persona de Nueva York no hace sino reivindicar los citados argumentos del sentimiento o el de la autonomía individual, es decir, que cada uno se da a sí mismo sus propias normas de conducta y luego el Estado debe legalizarlas. Porque a estos mismos argumentos se han acogido varias personas que recordamos a continuación.

Esta persona de Nueva York no hace sino reivindicar los citados argumentos del sentimiento o el de la autonomía individual, es decir, que cada uno se da a sí mismo sus propias normas de conducta y luego el Estado debe legalizarlas.

Por ejemplo, un hombre que se casó con su holograma, del que, al parecer, estaba muy enamorado (el problema es que se quedó viudo por una actualización de ‘software’).

Otro hombre se casó consigo mismo después de que su novio le dejase plantado. "Descubrí mi valor y amo quién soy, amo mi historia, de dónde vengo, por lo que pasé y me concentro en el lugar al que quiero llegar”, dijo el novio, con un acendrado amor a sí mismo.

Más casos. Un fisicoculturista pansexual se casó con su muñeca hinchable. La relación floreció durante el confinamiento en 2020. "Tu pareja sin duda se merece lo mejor, pero tienen que hacer su parte. Las parejas necesitan hablar menos y conectarse más", declaró en sus redes sociales.

También hubo una mujer que se casó con su perro, un golden retriever de 6 años llamado Logan. Vestida de blanco, le dio el 'sí quiero' a su mascota en directo en el programa de entrevistas de la televisión británica 'This Morning'.

Y hasta ha habido una mujer que se casó con un árbol. Pero, no han tenido descendencia...Eso sí, la novia dio el sí quiero para hacer un llamamiento a detener la depredación de los bosques, fomentar la reforestación y protección de la naturaleza.

Lo dicho: si lo importante es el sentimiento, ¿a qué espera la progresía para pedir la legalización de ese tipo de matrimonios?

Eso sí: las pensiones de viudedad le van a salir al Estado por un pico…

Como la barbaridad aumenta, recuerden el chiste del desaparecido Eugenio:

-¿Que opina usted de que los curas se casen?

-Si se quieren, si se quieren... 

Pues eso, el neoyorquino que ama a su descendiente biológico quiere casarse con él. Siente que le ama. Aunquen los fachas se opongan hay que dar pábulo a este tipo de matrimonio. ¡Vaya que sí!

Por cierto, la progresía, que antes reprobaba el matrimonio, quiere convertir ahora todo tipo de relación humana en matrimonio. Curioso.