El Arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, ha criticado el cierre de las iglesias con la excusa de peligro de contagio por la pandemia del coronavirus, publica Aciprensa.

A su juicio: "Este es precisamente el tipo de discriminación flagrante a la que la Corte Suprema otorgó medidas cautelares en Nueva York. El gobierno está degradando la adoración al mismo nivel que ver una película: ‘no esencial’. Pero el servicio religioso es un derecho natural y constitucional. Mi pueblo quiere recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo; lo necesitan y tienen todo el derecho a ser libres para hacerlo”.

Mons. Cordileone resaltó asimismo que “los católicos de San Francisco están absolutamente comprometidos con la seguridad pública al realizar los servicios de adoración. Nuestros protocolos requieren mascarillas, distanciamiento social, saneamiento y ventilación. Pero el gobierno aún opta por tratar la adoración como menos importante que la compra de zapatos”.

“Si bien los protocolos de seguridad de la Arquidiócesis nos han servido bien y no conocemos casos de transmisión del virus como resultado de la adoración en persona dentro de nuestras iglesias, también simpatizo profundamente con las preocupaciones de salud pública sobre un aumento de COVID hospitalizaciones”, continuó, según recoge Aciprensa.

Mons. Cordileone ha criticado las restricciones impuestas al culto en San Francisco, que llegó a considerar “una burla a Dios”

“Para discernir lo que nuestra fe y ciudadanía responsable nos llaman a hacer en este momento, entonces, consultaré con mis hermanos obispos, revisaré nuestros protocolos de seguridad con especialistas en enfermedades infecciosas y consultaré con los abogados sobre las opciones legales que tenemos disponibles", concluyó.

Mons. Cordileone ha criticado las restricciones impuestas al culto en San Francisco, que llegó a considerar “una burla a Dios”. En septiembre lideró una procesión eucarística en la ciudad bajo el lema “¡Liberen la Misa!”, añade Aciprensa.