El mercado en estos tiempos se caracteriza por una elevada volatilidad debido a la pandemia del coronavirus y a los precios del petróleo, que resulta algo chocante de interpretar. Una muestra de esto se ve este lunes, cuando no ha premiado a Nestlé (sus acciones bajan un 2,2%) por las mejores ventas trimestrales en cinco años, que dio a conocer el pasado viernes, pero sí a Unilever (su cotización sube un 0,8%, aunque ha cerrado la sesión con un alza del 0,27%), pese al estancamiento de su facturación.

En el caso de la multinacional suiza, las ventas han ascendido a 19.723 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un crecimiento orgánico del 4,3%, y ha disparado sus ventas de comercio electrónico (+29,4%), que por primera vez ya superan el 10% del total por el confinamiento que ha provocado la pandemia. Especialmente, han aumentado las ventas de Nescafé, las de comida de mascotas de Purina (+13,9%) y las de productos precocinados (+7,1%), frente al descenso de los canales fuera del hogar. En total, los ingresos han sido de 21.023 millones (-6,2%) por varias desinversiones -el negocio de helados de EEUU y de Nestlé Skin Health- y al efecto del tipo de cambio.

Nestlé mantendrá sus previsiones y el reparto del dividendo; mientras Unilever mantiene su fortaleza financiera

El CEO de Nestlé, Mark Schneider, ha señalado que las prioridades son salvaguardar la salud y el bienestar de los empleados, garantizar la continuidad del negocio para satisfacer las necesidades de los consumidores, y apoyar a las comunidades. En relación a esto último, ha habilitado un programa de unos 474 millones de euros para ayudar a las cafeterías y restaurantes y ha suspendido el pago de los alquileres de sus máquinas de café. Asimismo, mantendrá sus previsiones para este año y el reparto del dividendo a sus accionistas.

Por su parte, Unilever ha tenido unas facturación de 12.440 millones en el primer trimestre, lo que supone un alza del 0,2% respecto al primer trimestre de 2019. Conviene destacar que mientras las ventas del negocio de alimentación y snacks de la multinacional anglo-holandesa han bajado un 1,8% y las de productos de cuidado personal, un 0,7%; las de cuidado del hogar han subido un 2,6%.

El CEO de Unilever, Alan Jope, ha señalado que se han movido “a gran velocidad para apoyar a nuestros múltiples grupos de interés y mantener nuestras operaciones durante la crisis, y prepararnos para el crecimiento en una nueva normalidad”. Respuesta que se reparte en cinco áreas: apoyar a nuestra gente, protección de la oferta, servir a la demanda, contribuyendo a la sociedad y manteniendo nuestra fortaleza financiera. Eso sí, se teme la situación de su negocio heladero dado el cierre de los establecimientos de hostelería.

Paralelamente, conviene recordar que ambas multinacionales se han unido a la Alianza Europea para una Recuperación Verde, de la que también, cómo no, forma parte la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Y es que el ecologismo, al igual que el pensamiento políticamente correcto, no ha descendido ante el coronavirus.