Nicolás Maduro se aferra al poder en Venezuela, pase lo que pase después de su fraudulenta reelección del pasado 20 de mayo. Entre sus planes está el de controlar el oficialista Partido Socialista de Venezuela (PSUV), sacando de la vicepresidencia de la formación política a Diosdado Cabello, uno de los principales hombres fuertes del régimen con Hugo Chávez y su proincipal competidor, informa ABC.

El que se tuvo que conformar con ser el número dos del régimen a la muerte de Hugo Chávez, que no lo promovió como su heredero y escogió a Maduro en 2012, puede caer cinco años después al tercer peldaño de la nomenclatura chavista si se descuida. Recientemente Cabello, junto con su mujer, Marleny Contreras, y su testaferro fueron incluidos en la lista de sancionados de Washington.

Tras los comicios presidenciales del 20-M, que la oposición y buena parte de la comunidad internacional consideran una mera «farsa», Maduro ha ido cambiando piezas en el puzzle chavista, conformado por tres grandes grupos que dominan el poder del régimen: el propio presidente Maduro, el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, y el vicepresidente, Tareck el Aissami. Hace dos semanas, circuló una lista en la que Cabello figuraba como el vicepresidente de su gabinete, aunque por el momento no se ha llegado a aplicar tal nombramiento.

Maduro va a la ofensiva y no ha dado oportunidad a Cabello de reponerse de la sorpresa

La primera medida de Maduro fue adelantar para este miércoles el Congreso del PSUV, que estaba anunciado por el vicepresidente Cabello para el 28 de junio. Maduro va a la ofensiva y no ha dado oportunidad a Cabello de reponerse de la sorpresa.

El mandatario venezolano insiste en que toda la crisis es culpa de una supuesta guerra económica. Por ello, manifestó su compromiso como líder de la revolución bolivariana en lograr la prosperidad y estabilidad económica del país. «Nuestro pueblo tiene las más grandes expectativas de nosotros luego del ciclo de triunfos electorales coronados por la batalla del 20 de mayo, y el pueblo nos ha dado un mandato y nosotros tenemos que cumplir con el mandato que el pueblo nos ha dado con mucho equilibrio, serenidad, profundidad, pero también con celeridad, sin retardo, sin demora. Nuestro pueblo espera por nuestra respuesta, por los grandes cambios en la economía», expresó.

El acto, que fue transmitido por la cadena estatal Venezolana de Televisión, también propuso la creación una comisión del PSUV que promueva las seis líneas que, además de lo económico, plantean: el «diálogo» y la «pacificación», la lucha contra la corrupción, la protección del pueblo, la defensa de la nación frente a ataques extranjeros y ratificar el rumbo hacia el socialismo. «Echemos a andar una comisión programática que asuma estas seis líneas y permita que el Partido Socialista mejore en la calidad de sus propuestas, para el nuevo comienzo que nuestro país está esperando, que nuestra patria está reclamando. Un nuevo comienzo», expresó.