Luca de Meo vuelve a Renault este miércoles y lo hace por la puerta grande: cobrará 5,8 millones de euros al año como CEO y su gran misión es que el grupo automovilístico francés vuelva a beneficios (el año pasado perdió 141 millones, pese a la aportación positiva de España -110 millones de beneficio-). El directivo italiano, de 53 años, regresa a la marca del rombo, donde empezó su trayectoria en el sector automovilístico, 23 años después. Y lo hace con mucha experiencia a la espalda, después de haber pasado por Toyota, Fiat, Volkswagen (en concreto, en las marcas Audi y Seat).

De Meo cobrará un 57% más de lo que recibió su predecesor, Thierry Bolloré, el año pasado antes de ser destituido. Con su llegada, Clotilde Delbos, directora financiera, deja el puesto de CEO interina, donde ha tenido la ayuda de dos directores generales adjuntos (Olivier Murguet y José Vicente de los Mozos). En concreto, recibirá una retribución fija de 1,3 millones, una variable que podría ser un 150% superior al sueldo fijo y 75.000 acciones.

Su gran misión es sacar a Renault de los números rojos, algo en lo que tiene experiencia, como demuestra su gran labor en Seat: sacó a la filial española del grupo Volkswagen de su crisis y la llevó a encadenar récords de ventas, ingresos y beneficios. Asimismo, De Meo tendrá que lidiar con el plan de ahorro de más de 2.000 millones y con el recorte mundial de unos 15.000 empleos ya anunciados, tras haber recibido un crédito de 5.000 millones del Gobierno Macron. Y todo esto con la crisis del coronavirus encima de la mesa, que ha aumentado la delicada situación del sector automovilístico, y con ello, los problemas y retos a los que hacer frente.