El exvicepresidente de Estados Unidos con Barack Obama, el demócrata Joe Biden, se presentará a las elecciones presidenciales del próximo año.  

En la primarias tendrá que competir con casi dos decenas de candidatos, lo que demuestra la férrea unidad de los demócratas tras la derrota de Hillary Clinton.

Y la mayoría de esos candidatos son centrífugos, con lo que, en efecto, si supera el ‘escándalo’ por sus afectuosos saludos a las señoras, Biden puede convertirse en el principal competidor de Donald Trump.

Y el más peligroso, porque la apariencia risueña de este septuagenario choca con su doble, e incompatible, condición de católico y abortista, lo peor que alguien puede ser porque rebela una cosa: incoherencia máxima.