Los sindicatos, también los socialistas UGT, así como las declaraciones equívocas tanto de los líderes del PSOE como los de Podemos, han convertido a los jubilados españoles, al menos a un parte, en ofendidos manifestantes que exigen pensiones dignas. En primer lugar, la escala de pensiones española soporta mejor la comparación con Europa que la escala de salarios, sobre todo de la banda baja de salarios. O lo que es lo mismo: España trata mejor a sus viejos que a sus jóvenes. Pero la demagogia galvaniza a las masas.

Así que ha tenido que ser, mañana del miércoles 26, el secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado, uno de los altos cargos más serios del Gobierno Pedro Sánchez, es decir, una excepción, quien pronuncie las palabras nefastas: el actual sistema de pensiones podrá aguantar, máximo una década. Después “habrá que repensarlo”.

Octavio Granado, secretario de Estado de la Seguridad Social, uno de los altos cargos más serios del Gobierno Sánchez le da 10 años de vida

Esto de repensar las cosas queda ‘dabuten’ porque nadie sabe si hay que repensarlo en una u otra dirección. Pero en el presente caso está muy claro. Solo caben dos posibilidades de salvar el actual sistema: a corto plazo retrasar la edad de jubilación, por de pronto, hasta los 70 años, la segunda opción, fomentar la natalidad para rejuvenecer la población, porque el lastre del sistema público de pensiones es el envejecimiento de la población.

Eso sí, se cuida mucho de proponer medidas como jubilarse más tarde o -¡Cielo Santo!- tener más hijos

Los dos sistemas ‘políticos’ no solucionan nada. El de la izquierda (más impuestos para pagar las pensiones) conduce a la ruina de toda la economía. El de la derecha (fondos privados de pensiones) es una solución para dentro de 40 años, además de perjudicar a la población y enriquecer a los intermediarios.

Mientras, la izquierda azuza a nuestros ancianos para que salgan a manifestarse a las calles para solicitar unas pensiones dignas que muchos, como Octavio ganado, saben imposible.

Ahora bien, silbando hacia otro lado, los polítcos siguen a lo suyo. Así, en el Pacto de Toledo ya se pide la vuelta a la actualización de la cuantía de las pensiones según el IPC. De esta forma, con un poco de suerte, el sistema, en lugar de durar 10 años, podría aguantar cinco. O tres. Pero esa es la noticia. Los grupos políticos han llegado a un acuerdo para que las pensiones suban según el IPC.

Pues entonces el sistema no aguantará una década. El coste de las pensiones ya roza el 40% del gasto social. ¿Es eso mantenible? Por supusto que no. Hay que rejuvenecer la sociead española.