La Junta de Accionistas de Iberdrola se celebrará el próximo 2 de abril en Bilbao, pese a la situación de estado de alarma (que es muy posible que se alargue más allá de los 15 días) por la pandemia del coronavirus. ¿El motivo? “Es una necesidad inaplazable”… para que Ignacio Galán, presidente y CEO de la eléctrica, pueda aprobar los cambios propuestos, con el fin de no dimitir en caso de ser imputado por el ‘caso Villarejo’ (concretamente en la pieza separada 17, que es la que atañe a Iberdrola).

Así lo decíamos en Hispanidad, pues entre los acuerdos propuestos está la modificación del artículo 8 de los Estatutos Sociales para “dar reconocimiento estatutario al Sistema de Cumplimiento y a la Unidad de Cumplimiento”. Así, la aplicación de la posible exigencia de dimisión, en caso de que el juez Manuel García-Castellón decidiera imputar a Galán, quedaría a la interpretación de un órgano dependiente del Consejo de Administración: la Comisión de Desarrollo Sostenible. Y todo ello, pese a que el Reglamento del Consejo de Administración recoge que debería dimitir como consejero quien cause daño grave al patrimonio social o a la reputación de la Sociedad o si surgiera riesgo de reputación penal para la misma.

Se han suspendido todos los actos del Día del Accionista y la Junta se celebrará de forma no presencial 

Por todo esto, Iberdrola ha decidido mantener la celebración de su Junta, aunque se han suspendido todos los actos del Día del Accionista, que tradicionalmente coincide con la Junta, y se ha recomendado la utilización de diversos canales -teléfono gratuito (900100019), Internet, correo postal- puestos a su disposición para delegar la representación y votar a distancia. En el comunicado que ha remitido a sus accionistas y se puede ver en su web, se señala que “es una necesidad inaplazable para que Iberdrola pueda seguir desarrollando con éxito su actividad y alcanzar sus objetivos, en interés de todos sus accionistas y de sus restantes grupos de interés”. Al hilo de esto último, conviene destacar que no es una urgencia, pues 2019 ha sido un gran año para la eléctrica al haber obtenido récords de beneficio neto (3.406 millones) y Ebitda (10.104 millones).

Pero pasadas las seis de la tarde, ha habido una penúltima sorpresa: Iberdrola ha comunicado (ver documento adjunto, o bien, este enlace) que el Consejo ha acordado una batería de medidas que permitirán celebrar la Junta de forma no presencial. Es decir, “no habrá presencia física de accionistas, representantes o invitados”. Esta vez ya no habla de “necesidad inaplazable”, como en anteriores ocasiones, pero insiste en celebrar la Junta para “mantener su actividad inversora e industrial, pese al avance del coronavirus, COVID-19”.