En Italia, el Comité nacional para la bioética, máximo organismo consultivo del gobierno sobre moral y ética, se ha pronunciado a favor de la legalización del suicidio médicamente asistido y asegura que es distinto de la eutanasia, informa ABC.

"El posicionamiento es para llamar la atención de la sociedad y del mundo político, que deberá discutir este tema después de que la Corte Constitucional nos invitó a clarificar los conceptos y los temas éticos más relevantes y delicados que emergen de las diferencias entre asistencia médica al suicidio asistido y la eutanasia, donde tienen que ver las expresiones de voluntad de la persona, los valores profesionales del médico y de los operadores sanitarios donde los argumentos han sido muy resbalosos”, explicó el organismo, según recoge Excelsior.

Pero… ¿ayudar a alguien a suicidarse no es equivalente a participar en una eutanasia? Ahora, el siguiente paso será que el Parlamento italiano lo discuta. Aunque con este prólogo...

Recientemente, seis importantes asociaciones en Italia que representan a los médicos y psicólogos católicos, así como a los grupos profamilia y provida, manifestaron su rechazo a la eutanasia y solicitaron al Parlamento que actúe en consecuencia para promover también los cuidados paliativos de todas las personas enfermas, recoge Aciprensa.

Para todo ser humano existe el deber moral de cuidar la vida y la salud propias y de los otros, en un clima de reciprocidad solidaria”, dicen médicos católicos italianos

“Reconocemos que cada vida humana individual es un bien en sí misma, al margen de las circunstancias que de hecho signan su parábola existencial, (…) desde el primer instante de su concepción hasta su muerte natural, lo que une a la familia humana y nos hace a todos iguales en valores”, señala un comunicado de las asociaciones.

Por ello, explican, “para todo ser humano existe el deber moral de cuidar la vida y la salud propias y de los otros, en un clima de reciprocidad solidaria”. Cuando una persona está gravemente enferma “debe recibir de la comunidad toda la ayuda necesaria para curar la enfermedad y disminuir el sufrimiento”, agregan.

Las asociaciones católicas alentaron también “una mayor implementación de los cuidados paliativos, para que se asegure su efectividad en todo el territorio nacional para las personas que los necesiten”. El sufrimiento y el dolor, precisaron, “exigen una respuesta auténticamente humana, construida sobre el amor”.

También rechazaron cualquier “lógica del descarte” que tiende a “considerar a las personas indisolublemente marcadas por la enfermedad u otras vulnerabilidades –como la edad avanzada, la discapacidad o las patologías psiquiátricas– como una especie de ‘peso muerto’ para la comunidad”.

Finalmente expresaron su “más grande rechazo a cualquier acto de eutanasia en todas sus formas y modalidades”.