Iberdrola ha publicado la convocatoria de su próxima Junta de Accionistas, que será de forma telemática, cómo no, previsiblemente el 18 de junio. Una cita que no es baladí en dicha eléctrica y que conviene contextualizar un poco: los fondos presionan para que se separen las figuras de presidente y CEO, que ocupa Ignacio S. Galán, pero este les torea una y otra vez. En la Junta, se votará la reelección de Francisco Martínez Córcoles como consejero ejecutivo, por tanto, seguirá siendo un ejecutivo muy currante, pero sin mandar (eso lo hace Galán).

La eléctrica tiene como principales accionistas al fondo soberano de Qatar (Qatar Investment Authority, que entrará en su filial de EEUU, Avangrid), que es dueño del 8,694% del capital; al fondo BlackRock (5,251%); y al fondo soberano noruego Norges Bank (3,117%); pero también a muchos otros cuyas participaciones no están obligadas a publicarse. Unos fondos que llevan tiempo pidiendo que se reparta el poder en Iberdrola, es decir, que haya un presidente y un CEO, pero Galán no está por la labor, yendo en contra del pensamiento dominante en materia de buen gobierno corporativo. Esto recuerda una anécdota del fallecido Alfonso Escámez, pues cuando presidía el Banco Central: aseguraba que no nombraba a delfines porque se le morían. 

Los fondos quieren que se reparta el poder en Iberdrola, pero Galán no está por la labor: no le gusta el modelo 'chairman', sobre todo, cuando él es el presidente ejecutivo... y CEO

A Galán no le gusta el modelo chairman, sobre todo, cuando él es el presidente ejecutivo, por eso ni se plantea su sucesión (en septiembre cumplirá 71 años) ni el nombramiento de un CEO. En la Junta de 2019 fue reelegido por cuatro años y en la Junta de 2020 logró blindarse en la presidencia frente al 'caso Villarejo'... y por mayoría búlgara (99,9%). Es cierto que nadie le va a discutir su gestión ni el buen funcionamiento de la compañía, cuya reputación corporativa no se ha visto afectada por el 'caso Villarejo': Iberdrola se convirtió en la segunda capitalizada del Ibex el año pasado, tras Inditex, adelantando al Banco Santander, y no ha perdido dicha posición.

Galán es presidente y CEO de la eléctrica desde 2006, cinco años después de haber sido nombrado vicepresidente ejecutivo y CEO. Fue nombrado consejero el 21 de mayo de 2001 y desde entonces ha sido reelegido cuatro veces. Por su parte, Martínez Córcoles es director general de negocios de Iberdrola desde junio de 2014 y consejero desde marzo de 2017, trabaja mucho, pero no manda porque no es el primer ejecutivo sino el segundo. Y ojo, porque Martínez Córcoles no tiene silla en la Comisión Ejecutiva Delegada, donde se sientan: Galán, Julián Martínez-Simancas (secretario no consejero), Manuel Moreu, Samantha Barber, Juan Manuel González Serna y el exministro popular Ángel Acebes. Precisamente, la reelección de estos dos últimos también se votará en la próxima Junta.

González Serna, presidente de Cerealto Siro Foods, es también consejero independiente coordinador (cargo en el que sustituyó el año pasado a Inés Macho) y vicepresidente de la eléctrica. Por su parte, Acebes forma parte de la 'cuota política', pese a que Galán nunca se mete en política... El exministro del PP será ratificado y reelegico como consejero de Iberdrola, silla a la que volvió por la puerta grande tras ser absuelto en el 'caso Bankia', pues ya la había ocupado entre abril de 2012 y febrero de 2019. Asimismo, no hay que olvidar que las exministras populares Isabel García Tejerina y Fátima Báñez son consejeras independientes de las filiales de Iberdrola en Brasil y México, ni el fichaje en 2019 del exministro de Industria con Felipe González, el socialista Juan Manuel Eguiagaray, para la filial brasileña, o el del exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, para el Advisory Panel (consejo asesor) de la eléctrica.