Sube de tono y grado del conflicto en Realia, por la polémica tercera ampliación de capital, mientras FCC, principal accionista de la inmobiliaria con un 36,9%, no se ha pronunciado todavía sobre la operación, aunque acudirá, y el fondo británico Polygon, con más del 10% del capital, pasa a la acción.

Amenaza, en concreto, con pedir una “investigación formal” al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), el mismo que impuso una multa de 12 millones a Deloitte por su actuación en la salida a bolsa de Bankia.

El fondo británico, que también ha pedido cita en la CNMV por el mismo motivo, da siete días al Comité Auditoría y Control de Realia y a la propia auditora de la inmobiliaria, EY, para que den “una explicación razonada” de la valoración de los activos, el principal punto en discordia, que enfrenta a las dos partes.

FCC no se ha pronunciado sobre la ampliación (faltan 3 días) pero acudirá para no diluir su participación por debajo del 30%

Polygon ha enviado ya dos cartas al Consejo de Administración, cuestionando en ambas la metodología ECO empleada para la valoración de activos, que no utiliza ninguna otra cotizada, aunque en la tecerea (en el documento adjunto) endurece el tono: ese método no se corresponde con “los estándares NIIF” de compañía cotizada en la UE, “de acuerdo con los artículos 49 y 50 de la Ley 22/205, de 20 de julio, de Auditoría de Cuentas.” Con el método ECO, los activos valen casi un 30% menos que con el método RISC, el habitual en las inmobiliarias cotizadas en España.

Ahora bien, el fondo de la polémica está en la esencia misma de la ampliación de capital de 149 millones, aprobada en tiempo récord por la CNMV, y que Carlos Slim (Inmobiliaria Carso) tiene previsto cubrirla en la parte de los accionistas que no acudan. Aportará al menos 50 millones, que pueden ser muchos más si los minoritarios no acuden.

Sube el tono de Polygon (más del 10%) por una metodología que no cumple con “los estándares NIIF" de una cotizada

Faltan tres días para que venza el plazo de la operación, pero el principal accionista no ha dicho nada al respecto, un mal gesto, en cualquier caso, para los pequeños accionistas, por la desconsideración que implica, y también por la falta de transparencia. Finalmente, acudirá, ha sabido Hispanidad de fuentes del sector. De no haberlo hecho, la participación del magnate mexicano hubiera pasado del 33,8 al 42%, al tiempo que la de FCC hubiera quedado diluida por debajo del 30%. 

La operación, en cuaquier caso, parece hecha a la medida de Slim, en sus planes para hacerse con la totalidad de inmobiliaria a precio de saldo. Es, al menos, lo que prueba el recorrido del magnate mexicano desde 2015 en Realia. Ha engordado sus posiciones con dos ampliaciones de capital y dos OPA y ahora va con una tercera ampliación (149 millones)… a la que puede seguir, con la misma lógica, una tercera OPA.

Los accionistas minoritarios de Realia se quejan por la falta de consideración de FCC

Realia ha replicado a las cartas de Polygon con un comunicado en el que, sorprendentemente, señala que “es sabido en todos los mercados que cuando algún inversionista [un término empleado en México] quiere adquirir una empresa, hace una OPA) y no un aumento [sic] de capital.”

Paradojas, cuando todo apunta a que Slim planea el control total de FCC y Realia, la primera para venderla, la segunda para gestionarla. Es el motivo por el que el magnate ha acelerado los planes para la salida de Esther Koplowitz (19,9%), con el arreglo de su deuda (944 millones) y concretar así el asalto sobre 81% en FCC y en Realia, al 71%.  El proceso puede seguir con la exclusión en bolsa de las dos, a su debido momento, como hizo con la propia Inmobiliaria Carso en 2014, sacándola de la Bolsa de México. Slim, al fin y al cabo, no siente una predilección por la bolsa ni le gustan los compañeros de viaje en el capital.