El cierre de todas las actividades no esenciales, decretado el domingo por el Gobierno, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la CEOE. Tanto su presidente, Antonio Garamendi, como el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) -ahora integrada en la CEOE-, Lorenzo Amor, han mostrado este lunes su enorme cabreo con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Tampoco la moratoria de 24 horas decretada por el Gobierno a última hora del domingo para cesar las actividades no esenciales ha servido de bálsamo para la patronal. “Si te han hecho un cierre gubernamental, que puede estar justificado pero está ahí, y a la vez de prohíben despedir, pues lo único que te queda es cerrar”, ha afirmado Garamendi este lunes en una entrevista en RNE.

El presidente de la patronal se queja, además, de que el Gobierno no le informara con más antelación. “Se nos consultó, pero el sábado a la tarde, y se nos podía haber preguntado cómo se podía hacer y de qué manera. Se podría haber hecho mejor”, se ha lamentado. Por cierto, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha asegurado este lunes que el Gobierno informó al sindicato acerca de la medida el viernes, 24 horas antes que a la CEOE. El líder del sindicato afín al PSOE se ha mostrado de acuerdo con la medida, aunque con alguna excepción como, por ejemplo, la industria siderúrgica, que no se puede paralizar, según Álvarez.

El apoyo de UGT al Gobierno no deja de sorprender porque, al mismo tiempo, considera que cerrar todas las actividades no esenciales provocará la pérdida inmediata de más de un millón de puestos de trabajo. Son más que los estimados por Pablo Casado y aun así, apoya al Gobierno.

Volvamos a Garamendi, que ha puesto negro sobre blanco: “Hablamos siempre de lo público, pero lo público se paga a través de impuestos y los impuestos los pagan también las empresas y los trabajadores”, ha manifestado.

Y el cabreo ha llegado a su máxima expresión después de que la ministra de Trabajo, la comunista Yolanda Díaz, soltara el domingo su amenaza contra todos aquellos que presionen al Gobierno. “Yo no doy crédito. Dónde estamos presionando, en qué y para qué. Nuestra actitud ha sido en todo momento colaborativa. La presión la pone el Boletín Oficial del Estado (BOE), no nosotros”, ha asegurado Garamendi.

El presidente de los autónomos no le va a la zaga… en nivel de cabreo. Lorenzo Amor ha insistido este lunes en la insuficiencia de las medidas económicas del Gobierno para proteger a los autónomos. Y ha desenmascarado una de las mentiras del Ejecutivo: la prestación por cese de actividad, “no es una ayuda, es un derecho” de los autónomos. Y más aún: no son 950 euros sino 661, ya que el autónomo que la percibe debe seguir pagando la cuota de autónomos. Y todos sabemos la cantidad de cosas que se pueden hacer con 661 euros al mes.

Garamendi y Amor se han quedado solos en su crítica al Gobierno después de que las grandes empresas del Ibex hayan decidido centrar sus esfuerzos en ayudar y suministrar material sanitario. No quieren enfrentarse al Ejecutivo.