Cuando se creó el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una errata en el BOE (la verdad es que no sé si es cierto pero el entonces semanario satírico El Cocodrilo así lo contó) habló del “Consejo General del ‘Joder’ Judicial”. Insisto, no sé si la información de El Cocodrilo era verdadera pero, si no lo era, constituyó una feliz invención y, además, en su caso hubiera demostrado que las erratas son más rigurosas que el rigor y desvelan el espíritu de la norma, mucho más allá de la letra de la ley.

Toda la jornada del lunes 22, nos entretuvieron PSOE y PP con sus gracietas acerca de un posible acuerdo entre los dos grandes partidos para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Al final, acusaciones mutuas, fracasó, fuese y no hubo nada.

No hay que tenerle miedo a la justicia popular sino a la politización de la justicia y aun más, a la judicialización de la política: Dios nos libre de los jueces

Naturalmente, tras dos años de tira y afloja, ni Pedro Sánchez ni Pablo Casado se han preocupado de crear otro sistema de elección del poder judicial. Bueno, los socialistas sí, nombrar ellos mismos a todos los miembros del CGPJ y a dedo. Pero eso no es un sistema, sólo es un abuso de un partido como el PSOE, el partido de los abusos.

Por ejemplo, podrían seguir la ‘senda constitucional’ (reconozco que no la letra de la Constitución) y que fueran los españoles, por sufragio universal, quienes eligieran a los miembros del CGPJ, al igual que eligen al parlamento.

Créanme, a mí no me gusta un poder corporativo, porque veo a los jueces y juezas, sobre todo a las nuevas hornadas, cada vez más sectarios. Pero no le tengo ningún miedo a las urnas.

Otro sistema, que supongo exigirá muchas modificaciones legales pero que es, sin duda, el más ‘democrático’: que el poder judicial, que no los jueces, que no es lo mismo, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), sea elegido por el pueblo, en elecciones libres. Tranquilos, esa medida, de apariencia radical, que a muchos les producirá vértigo, no es más que la aplicación de la soberanía popular al tercer poder del Estado… tal y como se aplica a los dos primeros, sea de forma directa o indirecta.

El Consejo General debería ser elegido por sufragio democrático, al igual que los otros dos poderes del Estado. Eso no se lo plantean ni Sánchez ni Casado. Pero sería una buena opción para Vox

Y sí, para ello, las distintas opciones de jueces, el CJPJ, como ocurre en las elecciones parlamentarias (y ahora mismo en las asociaciones de jueces), deberían retratarse ideológicamente. Tampoco le tengan miedo a esto: la ideología en los jueces es como la publicidad en la prensa: la única ideología, o publicidad, peligrosa es la que se oculta al ciudadano o al lector. En el sistema judicial se oculta bajo el manto de la neutralidad. Y eso porque el juez no tiene que ser neutral, sino imparcial, que es cosa bien distinta.

La justicia no es otra cosa que moral aplicada. Y como recordaba Chesterton, “en materia de moral, consultad al pueblo”. Y esto porque el pueblo puede burlarse de la moral pero, cuando se le juzga a él, quiere que se le sentencie en justicia… y en moral, no sólo según la letra de la ley. Por la cuenta que le trae. Y si no lo desea, es porque es trata de un culpable inconfeso.

Por cierto, el CGPJ debería ser elegido por sufragio democrático, al igual que los otros dos poderes del Estado, si, pero eso no se lo plantean ni Pedro Sánchez ni Pablo Casado. Por eso mismo, sería una buena opción para Vox y para Santiago Abascal.

En cualquier caso, no hay que tenerle miedo a la justicia popular. Yo sólo temo a la politización de la justicia y, aun más, a la judicialización de la política. Dios nos libre de los jueces. Bueno, también de los fiscales, que son peores.