María Eugenia Rodríguez Palop ha participado en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, donde empieza hablando del viejo continente y, a los pocos minutos, su discurso deriva en una clase magistral sobre feminismo y extrema derecha.

"El feminismo es la revolución de nuestro tiempo y es el antídoto contra la extrema derecha", sentenciaba la exprofesora de Filosofía al poco tiempo de hacerse con el atril. Y es que, según explica, la derecha plantea una "política xenófoba", a la que se añaden "muros virtuales", porque "estos partidos odian a los pobres". "Hay una conexión entre la extrema derecha, los antifeministas y la Iglesia" orientada a "acabar con el feminismo", sentenciaba. 

Las inmatriculaciones y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles son las dos medidas de Podemos y PSOE para asfixiar a la Iglesia económicamente

Carga contra el cristianismo, alegando que "la Iglesia universal del reino de Dios" es de "ricos", en referencia a Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, y el apoyo que recibe de la religión pentecostal. En España, "Vox está vinculado a la Iglesia del Opus Dei", añade, y siguiendo en esta línea, la mujer se viene arriba y divaga: "El Papa Francisco se ha convertido en un polo de equilibrio frente a determinadas formas de entender la Iglesia".

Más tarde, Hispanidad le pregunta qué haría para reducir la influencia de la Iglesia y, en respuesta, alude a dos medidas -que comparte con el PSOE-:

  1. "Patrimonio", es decir, inmatriculaciones. Un ejemplo reciente es el intento del Estado por hacerse con la catedral de Zaragoza, aunque la justicia le dio la razón a la Iglesia con rapidez. 
  2. "Impuestos", en concreto, quiere que pague el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI); el privilegio del que habla la izquierda, aunque olvida mencionar que este gravamen tampoco lo pagan partidos políticos, sindicatos, Cruz Roja, embajadas, consulados... suma y sigue.

Según Palop, las mujeres musulmanas que practican el islam en Europa tienen los mismos derechos que cualquier otra mujer europea

Pasa de puntillas sobre la educación de la siguiente manera: "La educación religiosa está discriminando a la ideología de género", que, encima, "está criminalizando a las feministas por el aborto", creando un "hooliganismo machirulo". Hispanidad le pregunta si, entonces, los provida pueden ser feministas: "Son menos feministas", responde, "no defienden un feminismo integral". Y resulta que, aclarando conceptos, el feminismo integral no es lo mismo que el "liberal". Palop defiende el "mi cuerpo soy yo", no "mi cuerpo es mío", porque esto último supone "una visión patrimonialista".

Está convencida de que las mujeres musulmanas que practican el islam en Europa tienen los mismos derechos que cualquier otra mujer europea. Acto seguido, recuerda que "el antifeminismo no es solo un monopolio del islam", sino que hay otros que también suman... en efecto, y para variar, la extrema derecha; la culpa de todos los males de este mundo.

Y sobre Europa, poco o menos. Le preguntan acerca del eje franco-alemán y responde: "Parece que tienen problemas, no puedo decir mucho más", sobre una posible Tercera Guerra Mundial: "Los europeos estamos muy mal"... Es decir, una candidata a las europeas de lo más feminista y muy puesta en la actualidad que atañe al viejo continente. Soberbio.