Haciendo uso de las redes sociales, Trump anunció el pasado viernes en su perfil de Twitter la subida de aranceles que afectará a Turquía. Su mensaje (“Acabo de autorizar una duplicación de aranceles sobre acero y aluminio con respecto a Turquía ya que su moneda, la lira turca, se desliza rápidamente hacia abajo contra nuestro fuerte dólar. El aluminio ahora será el 20% y el acero el 50%. ¡Nuestras relaciones con Turquía no son buenas en este momento!”) ha desatado una crisis en el país turco que ha incrementado la tensión que ya existía entre los países fundadores de la OTAN. En medio de la crisis, Erdogan, presidente de Turquía, advierte de que buscará nuevas alianzas.

El caso de Andrew Burson, pastor norteamericano detenido en el país otomano y acusado de ejercer “actividades terroristas”, es uno de los detonantes de esta nueva “guerra comercial”, situación definida así por Erdogan. Los turcos no están dispuestos a dejar al religioso en libertad, para quien piden una condena de 20 años de cárcel. En una de sus recientes intervenciones, el presidente le pregunta a Trump si “osa sacrificar a Turquía y 81 millones [de habitantes] por un pastor que está vinculado a grupos terroristas”. Además, añade que los americanos quieren llevar a cabo un “complot político” contra su país.

Turquía está tomando medidas para impedir el hundimiendo de la moneda

Como consecuencia, la lira, divisa turca, ha caído este fin de semana hasta alcanzar mínimos históricos, tal y como señala AFP, perdiendo el viernes un 16% de su valor. Ergogan ha dejado claro que no se quedará de brazos cruzados, amenazando a los estadounidenses de sufrir represalias, pues “vamos a dar nuestra respuesta, buscando nuevos mercados, nuevas asociaciones y alianzas”.

No obstante, el país está tomando medidas para impedir el hundimiendo de la moneda. El banco central ha afirmado, según indica AFP, que aportaría toda la liquidez necesaria para asegurar la estabilidad financiera. Así, la primera medida en tener lugar ha sido reducir los niveles de reserva de las entidades financieras turcas. Asimismo, se limitarán los swaps en divisas para frenar la caída de la lira. Cabe destacar que el banco ya ha comunicado su intención de aportar al sistema unos 10.000 millones de liras, 6.000 millones de dólares y el equivalente a 3.000 millones en oro de liquidez.

Aquellos que nos sugieren un negocio con el FMI en realidad nos proponen renunciar a la idependencia política de nuestro país  

Aunque el presidente niegue la existencia de una crisis económica, el momento que atraviesa Turquía es delicado. Por ello, responde a la propuesta de varios observadores para dejar actuar al Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmando que "sabemos muy bien que aquellos que nos sugieren un negocio con el FMI en realidad nos proponen renunciar a la idependencia política de nuestro país", según informaciones de Deutsche Welle.

Y es que, según Reuters, la situación en el territorio del Mar Caspio se complica al llegar Irán y cuatro naciones más, entre las que se encuentra Rusia, a un acuerdo para repartir los grandes recursos de la zona. Por tanto, sería razonable pensar que si Turquía corta las relaciones que hasta ahora mantenía con EEUU, el país se plantee establecer una nueva estrategia de alianzas con la nación de Putin.