En el contexto actual de envejecimiento de la población e inquietud por la sostenibilidad del sistema de pensiones, cuyo gasto suma récords cada mes, gana puntos la única tesis sensata: la de retrasar la edad de jubilación. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a pesar de ser Doctor en Economía, mira hacia otro lado: no le interesa esa medida tan impopular políticamente y mucho menos en año electoral. 

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) también se ha sumado a la propuesta que ya han hecho otros organismos nacionales internacionales, como: el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE), la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Su presidente, el prestigioso economista José Luis Escrivá, y considerado cercano al socialismo, ha dado un tirón de orejas a Sánchez si quiere atajar el déficit de la Seguridad Social.

La AIReF también propone ampliar el periodo de la carrera de cotización, inferior al de países de nuestro entorno, donde se computa toda la carrera laboral

En concreto, la AIReF ha planteado que el Estado asuma el déficit del sistema para sanearlo y despejar dudas sobre su situación financiera, para centrarse en el reto a medio y largo plazo. Es aquí donde ha señalado que el reto para la sostenibilidad es el “aumento del gasto en pensiones asociado al envejecimiento poblacional”. Por eso, ha apostado por profundizar en la reforma de 2011 en dos líneas:

  1. Retrasar la edad efectiva de jubilación: ahora es de 62,4 años, inferior a la media de los países OCDE (64,3 años) y “presenta una de las mayores distancias respecto a la edad legal, llegando a alcanzar los 2,5 años”.
  2. Ampliar el periodo de la carrera de cotización: actualmente está en 20 años (aunque en 2022 se situará en los últimos 25 años como consecuencia de la reforma de 2011), por lo tanto, se coloca por debajo del utilizado en los principales países de nuestro entorno, donde se computa la carrera laboral completa.

Claro que no es la primera vez que la AIReF hace propuestas relacionadas con la jubilación. El pasado 29 de noviembre, en el informe que presentó a puerta cerrada a la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo en el Congreso y al que accedió El Mundo, hablaba de “aumentar la edad efectiva de salida del mercado de trabajo en un año y cuatro meses en 2027”, un resultado estimado “de aumentar la edad ordinaria de jubilación a los 67 años para todos y aumentar la edad de jubilación anticipada en consonancia”. Asimismo, proponía subir “la carrera de cotización considerada para el cómputo de las pensiones desde los 25 años del escenario central hasta los 35 años en 2027”. Dos medidas que ahorrarían 0,6% de PIB y 0,5% en 2050, respectivamente.

El Banco de España también propuso desincentivar la jubilación anticipada e incentivar la contratación de planes de pensiones privados 

Pero ¿qué han dicho otros organismos nacionales e internacionales? Desde el Banco de España, en febrero de 2017, su entonces gobernador, Luis María Linde, propuso ante la misma Comisión que Escrivá que se retrasara la edad de jubilación por el “incremento de la esperanza de vida y el retraso en la entrada en el mundo laboral”, se desincentivara la jubilación anticipada y se incentivara la contratación de planes de pensiones privados. Además, el actual gobernador de dicho organismo, Pablo Hernández de Cos, siendo su director de Economía y Estadística, en un informe, refería el problema de la diferencia entre la edad real de jubilación y la edad legal, y en otro informe, se contemplaban retrasos adicionales de la edad de jubilación.

Por su parte, Fedea también se atrevió a apostar por retrasar la edad de jubilación, aunque con eufemismos, hablando de “ligar la edad mínima de jubilación a la esperanza de vida”... que continúa aumentando en España. Mientras, desde el IEE, su presidente, José Luis Feito, advirtió que se debe retrasar la edad de jubilación o las pensiones dinamitarán la economía, pidiendo reformas para afrontar el gran gasto público que suponen las pensiones dada la actual deriva demográfica.

BCE, FMI y OCDE coinciden en retrasar la edad de jubilación, ligándola con la esperanza de vida 

Desde fuera de las fronteras españolas, el BCE también ha propuesto retrasar la edad de jubilación y ligarla con la esperanza de vida de cada país de la UE. Algo en lo que ha coincidido con el FMI, que además propuso elevar la cotización mínima de los autónomos y elevar el tope máximo de cotización de los salarios para compensar la actualización de las pensiones con el IPC, y la OCDE.

Lo peor es que, desde posturas progresistas, se niega el retraso en la edad de jubilación pero, al mismo tiempo, se engaña a la gente modificando el periodo de cómputo. Así, no se retrasa la edad el retiro, pero el pensionista cobra menos jubilación. El reparto de la miseria y el engaño del pueblo.