El grupo Walt Disney es mucho más que una empresa ‘gay friendly’, pues el parque temático de Disneyland París celebrará su propio desfile del Orgullo LGTBI el próximo 1 de junio. “Vive tu vida y brilla con la alegría de la diversidad en Magical Pride”, dice el anuncio, lo cual refleja cómo “la diversidad y la igualdad son valores sólidos” en este parque temático, y cómo no, también en todo Disney, según declaraciones de un portavoz de las que se ha hecho eco Religión en Libertad.

Quizás la ministra de Educación, Isabel Celaá, promueva visitar Disneyland París. Recuerden que con su reforma educativa, ‘educará’ a los niños, desde los seis años, en diversidad afectivo-sexual... 

Apuesta por la ideología de género: en la última versión de 'La Bella y la Bestia', 'Jungle Cruise' será su primera película con protagonista gay y 'Frozen 2' podría tener una princesa lesbiana

Walt Disney lleva años abanderando el progresismo, y por supuesto, lucrándose con este. Por eso hay que destacar que no es la primera vez que apuesta por la ideología de género: en la última versión en carne y hueso de La Bella y la Bestia, el personaje Lefou, el sirviente de Gastón, coqueteó con su amo; en julio de 2020, se estrenará Jungle Cruise, su primera película con protagonista gay; y para Frozen 2, ahora mismo en preparación, se ha llegado a plantear que haya una princesa lesbiana, aunque aún no hay nada confirmado.

La ideología de la multinacional norteamericana, que dirige Robert (Bob) Iger, un estadounidense de origen judío, y tiene a Qatar en su accionariado desde marzo de 2016, no es baladí y más teniendo en cuenta que la gran mayoría de sus contenidos se dirigen a los niños. Disney aprovecha sus películas para insistir en aspectos como: el panteísmo (El Rey León, Pocahontas, Avatar), la ideología de género o la ocultación de Dios (huye de la trascendencia como de la pólvora, como se vio por ejemplo en Frozen, donde se prohibió la palabra Dios). Aunque de vez en cuando sorprende, como recientemente, cuando ha hablado del valor de la familia en El Cascanueces y los cuatro reinos.

El pulso con Netflix, la fusión con 21st Century Fox y la falta de ideas son sus principales retos 

Y por cierto, últimamente la factoría de Mickey Mouse está falta de ideas, pues apuesta por seguir sacando tajada de La Guerra de las Galaxias y de sus clásicos animados versionados en carne y hueso (próximamente, llegarán Dumbo; Aladdín; El Rey León; Mulán; Merlín, el Encantador; y La dama y el vagabundo), pero la lista seguro que se ampliará. A esto se suman los contenidos de la adquirida 21st Century Fox, entre ellos, Avatar (en 2020, llegará la segunda edición de las cinco previstas) y más superhéroes de Marvel. Ocasiones que aprovechará para insistir en el panteísmo, la ideología de género, la ocultación de Dios, etc.

Hablando de 21st Century Fox, los accionistas de ambos grupos aprobaron la fusión el pasado julio, pero aún quedan flecos y riesgos por parte de los reguladores de algunos países, como recoge el periódico mexicano El Economista. En EEUU y la Unión Europea han dado luz verde, aunque con algunas condiciones, pero en México aún queda por saber qué decidirá el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y en Brasil, el regulador se pronunciará en marzo. Además, de esta su fusión, otro reto es hacer frente a Netflix y para ello creará su propio servicio de streaming (Disney Plus), en el que ha invertido unos 21.000 millones de euros.

En su primer trimestre fiscal, los resultados han sido mejores de lo esperado, pero con un menor beneficio (2.442 millones, un 37% menos)

Paralelamente, Walt Disney ha presentado los resultados de su primer trimestre fiscal (cerrado el pasado 29 de diciembre), que han sido mejores de lo esperado, pero con descensos por menores ganancias en las salas de cine (un 27% menos de ingresos y un descenso del 63% en el beneficio operativo) y ajustes contables. El beneficio neto ha descendido un 37%, hasta los 2.442 millones, debido a que hace un año estaba inflado por el impacto de la reforma fiscal de EEUU; y el volumen de negocios ha permanecido casi estable, situándose en 13.438 millones.