La Audiencia Nacional ha empezado a investigar al magnate ruso Mikhail Fridman por la compra de DIA, de la cual tras la OPA lanzada el pasado febrero a 0,67 euros por acción ya posee el 69,7%. Pero ¿y qué hace Sebastián Albella, presidente de la CNMV? Nada, el regulador bursátil dio luz verde a la OPA antes del verano, pese a las irregularidades que denunciaron algunos pequeños accionistas.

Días después de que los medios conocieran la orden del Tribunal Supremo (auto emitido el 18 de septiembre), tras la denuncia de un pequeño accionista contra Fridman y su sociedad (LetterOne), el magistrado José Luis Calama, titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, ha iniciado diligencias: identificación de los denunciantes y traslado de la denuncia a los mismos, así como un oficio a la CNMV (a petición de la Fiscalía) para que proponga dos funcionarios como peritos. El objetivo de la investigación de Calama es averiguar si Fridman actuó a través de un “entramado societario criminal” para provocar la caída del precio de las acciones y hacerse así con la cadena de supermercados por menos dinero. 

Albella trabajó entre 2005 y 2016 para el bufete Linklaters... el cual también asesoró a Fridman en numerosas operaciones

El caso vuelve a resurgir la sospecha por el presunto conflicto de intereses sobre Albella. Como saben, antes de que este abogado del Estado fuera nombrado presidente de la CNMV el 26 de noviembre de 2016, era Socio Senior en España del despacho de abogados internacional Linklaters y miembro de su consejo global, en el que trabajaba desde 2005. Paradójicamente, dicho bufete ha asesorado a Fridman en numerosas operaciones. Y por cierto, no olviden que DIA no es la única sospecha por presunto conflicto de intereses sobre el presidente del regulador bursátil: también están los casos de Popular y Realia.

Por su parte, desde LetterOne, han señalado que las acusaciones “son totalmente falsas y difamatorias”. “DIA ha sufrido una mala gestión y se han revelado irregularidades contables que han impactado negativamente a todos los accionistas, incluido Letterone”, han añadido. Pero al hilo de esto último, también conviene tener en cuenta que desde la entrada de Fridman en la cadena de supermercados (el 28 de julio de 2017), la acción se ha depreciado un 93%, pasando de 6 euros a 0,42 euros. Y no hay que olvidar que el magnate ruso también está siendo investigado por la quiebra de Zed

Y por cierto, poco después del cierre de sesión, DIA ha comunicado que la CNMV ha aprobado la ampliación de capital de 605,5 millones de euros (ver documento adjunto), que obtuvo el visto bueno de los accionistas en la Junta extraordinaria celebrada hace unos días.