DIA ha dado a conocer sus resultados del primer trimestre y al final, no ha habido sorpresas respecto al avance dado hace unas semanas. No hay duda de que la cadena de supermercados está ante la OPA del ruso Fridman (recientemente ha terminado el plazo de aceptación) o la ruina, doctrina avalada por la CNMV, pues se ha desplomado en bolsa (-6,6% al cierre, aunque a lo largo de la sesión ha llegado a caer un 9%) al multiplicar por nueve sus pérdidas.

En concreto, DIA ha perdido 144,4 millones de euros entre enero y marzo, muy lejos de los números rojos de hace un año (-16,2 millones). El Ebitda se ha hundido un 77,7%, hasta los 12,4 millones, frente a los 55,5 millones del primer trimestre del año pasado, por el impacto negativo en las ganancias del descenso de ventas y los mayores costes, entre ellos: los 38,8 millones provisionados para el ERE o los 16,9 millones de gastos extraordinarios no recurrentes derivados de asesorías financieras y corporativas, auditores, etc.

Las ventas brutas caen un 14% y descienden en todos sus mercados: España (-3,5%), Portugal (-3,2%), Brasil (-6,4%) y Argentina (-45,9%)

Por su parte, las ventas brutas bajo enseña han caído un 14%, hasta los 2.028 millones, con descensos en todos los mercados: España (1.208 millones, un 3,5% menos), Portugal (186,9 millones, -3,2%), Brasil (403,8 millones, -6,4%) y Argentina (560,8 millones, -45,9%). Además, este indicador no ha sido ajeno al efecto divisa por la depreciación del peso argentino y del real brasileño.

DIA ha admitido que la situación de incertidumbre ha provocado un “endurecimiento” de las condiciones de proveedores que afectaron a la cadena de suministro, causando faltas de productos, y por tanto, menores ventas. “El actual contexto de deterioración de la parte superior de la cuenta de resultados y disminución de ventas como resultado de la incertidumbre que rodea a la estructura de capital es extremadamente desafiante para las operaciones y sostenibilidad de la compañía, lo que unido a la cercana fecha límite (20 de mayo) para resolver la situación del patrimonio neto negativo y el vencimiento del préstamo sindicado de deuda (31 de mayo), expone a la compañía a una frágil posición”, ha reconocido la compañía.

Considera que la toma de control de LetterOne, el acuerdo de refinanciación y la ampliación de capital de 500 millones deberían mitigar la incertidumbre existente

Es más, considera que la toma de control de LetterOne, el acuerdo de refinanciación y la ampliación de capital de 500 millones “debería mitigar la incertidumbre existente, eliminar la inquietud de los proveedores y dotar de las bases necesarias para el exitoso cambio comercial”. Y añade que si esto no pasa a su debido tiempo, la situación podría deteriorarse rápidamente y DIA podría verse forzada a presentar concurso de acreedores y/o iniciar el proceso de liquidación. O sea, o la OPA o la ruina. Y encima, la deuda neta se ha elevado en 251 millones en los tres primeros meses, hasta los 1.702 millones.