Un día antes de que se haga público la cifra de paro registrado (que no nos pase nada con la EPA del primer trimestre de 2021), la vicepresidenta, ahora segunda, del gobierno de España, Nadia Calviño, ha anunciado que esas cifras serán malas y, lo que es más determinante, que su anunciado inicio de la recuperación económica durante el primer trimestre debe retrasarse al segundo. Cuando acabe el segundo, no lo duden, quedará para el verano o el otoño.

Eso sí, al tiempo ha aprovechado para lanzar una puñalada contra su compañera de Gabinete, la comunista Yolanda Díaz, al asegurar que hizo bien en no elevar el salario mínimo (SMI), como pretendía Podemos y, como pretende la vicepresidenta Tercera, doña Nadia considera que lo de renovar la importancia de los convenios sectoriales frente a los de empresa resulta secundario. Una bofetada a Díaz en toda regla.

Nadia Calviño ha fracasado en su política económica frente a la pandemia. Forzada por Podemos, ciertamente, pero el hecho es que sólo ha sabido repartir subvenciones y endeudar a España, pero ni ha creado industria ni ha creado puestos de trabajo.

Es el desastre Calviño: sólo acierta cuando rectifica.