El 15% que Banca March posee de la Corporación Financiera Alba (CFA) pesa como una losa en los resultados del grupo familiar mallorquín, correspondientes al primer semestre. Y es que el grueso de la inversión de los March en CFA son empresas cotizadas, cuyo valor ha caído en picado en bolsa con el coronavirus.

Son los curiosos resultados del Grupo March: antes, la banca renqueaba y las industrias triunfaban; ahora es al revés: las empresas cotizadas aportan minusvalías a Banca March mientras el negocio bancario, aunque de dimensiones cortas, está marcando escuela en banca privada y patrimonial que, si hemos de hacer caso a todos los augures, es la banca del futuro.

Y así, aunque el margen financiero está estancado (0,1%) el resultado de explotación cae un 20% y el atribuido se derrumba un 39%.

El fuerte de Banca March sigue siendo la banca patrimonial, que continúa creciendo

El fuerte de Banca March sigue siendo esa banca patrimonial, que continúa creciendo. Juan March de la Lastra, actual presidente, está convencido de que esta actividad, que incluso conlleva la de acompañar al cliente en sus inversiones industriales, sigue teniendo un potencial de crecimiento en el sector bancario español.

Por lo demás, y en lo que respecta a Banca March -que sólo hace banca comercial en Baleares- mantiene la mora más reducida del sector (un 1,73%) y un TIER 1 del 15,97, lo que le convierte en el banco mejor dotado en materia de recursos propios.

¿Ha llegado el momento de que en el Grupo March se separe? banco e industria. Nunca se ha hecho así, aunque esa es la tendencia con la paulatina, o no tan paulatina, reducción de la participación de Banca March en Alba. Pero ojo, esa siempre será una espada de doble filo: cuando la actividad industrial marcha bien, el dinero entra a espuertas en Can March. Además, los tipos bajos, verdadera espada de Damocles del sector bancario no ayudan a la banca privada pero tampoco le asfixian, como ocurre con la banca comercial.