Consejo de Ministros del martes 12 de enero, primero del año 2021. Salen a escena, la portavoz, María Jesús Montero, acompañada de dos de nuestros peores ciudadanos: el titular de Interior, Grande-Marlaska y el de Sanidad, Salvador Illa.

Este último, aún ministro de Sanidad (al 101 por 100) y luego candidato socialista a la Generalitat -si es que finalmente se celebran las elecciones catalanas el 14 de febrero- sigue fardando de gestión de pandemia sobresaliente. Por dos veces nos repite, para no contestar, según costumbre, que “sabemos derrotar al virus”.

A ver, don Salvador, que esto suena a burla sobre la desgracia ajena. En la primera oleada consiguió usted el tristísimo récord de que España fuera el país del mundo con más muertos por habitante, al menos entre los países comparables (no San Marino).

Pero es que ahora, en el acumulado seguimos siendo uno de los países con más fallecidos por habitante del mundo, mucho más que Estados Unidos o Brasil.

La obsesión contra Ayuso se ha convertido en uno de los principales vectores del Gobierno Sánchez: Montero pide a Casado que le riña

Usted ha fracasado señor Illa y su incompetencia ha provocado muchas muertes. No era fácil vencer pero que encima se presente como el gran triunfador (el plural mayestático no engaña a nadie) resulta ligeramente molesto. Muy molesto.  

Por lo demás, el pánico ha llegado a los medios: es la prensa la que ahora reclama al Gobierno un nuevo arresto domiciliario como el de marzo-abril y es el Gobierno quien lo niega. Lógico, sería la ruina económica definitiva de la que ni Europa ni nadie nos iba a sacar. Y el Gobierno, que ahora mantiene la economía anestesiada, no podría mantenerse en el poder ni un día más. Sánchez ya metió la pata una vez y no quiere meterla más.

La obsesión contra Ayuso se ha convertido en uno de los principales vectores del Gobierno Sánchez: María Jesús Montero ha llegado a pedirle pide a Casado que le riña.

La presidenta madrileña preocupa en Moncloa. Se han obsesionado con ella de tal manera, han lanzado al comando RTVE de activistas a por su cabeza, que ha decidido que no tiene nada que perder y responde a todos los insultos de la izquierda… hasta que se ha convertido en una líder de la derecha muy a tener en cuenta.

Nueva doctrina socio-podemita: el alejamiento de la política es igual a populismo ultra

Y ojo, porque la nueva consigna de Moncloa es que si el ciudadano se aleja de los políticos, es decir, si deja de venerar al Gobierno socio-podemita, incurre en pecado de leso fascismo. Se convierte en un ultra, populista, y, probablemente un tío feísimo.

Concluyendo: Ayuso está preparando un golpe de Estado. Muy probablemente. Primero la despreciaron, ahora la temen, que ya se sabe que mientras no se conquiste Madrid, no se conquista España.