- Méndez De Vigo lanza su filípica más grande: no habrá referéndum. De acuerdo, pero puede haber algo peor.
- Dos bandos: la izquierda social-comunista frente a la derecha tibia pepera.
- Y la moción de censura frentepopulista contra Rajoy continúa.
- El problema catalán no se solucionará sino con una venganza separatista sobre la derecha española.
- La simiente de Caín, sembrada en Barcelona, se extiende por toda España.
Rueda de prensa posterior
al Consejo de Ministros del viernes 29. El ministro portavoz,
Íñigo Méndez de Vigo (
en la imagen con Puigdemont), sale a la palestra ¡y nos arrea una filípica de mucho cuidado! Ya saben:
no habrá referéndum y todos ustedes están castigados. No se habla de otra cosa, con un fingido entusiasmo que desmiente su obsesión por el asunto catalán.
Vamos a ver, lo cierto es que
el Gobierno llega tarde a la negociación (de diálogo, nada) y ahora llega tarde a la represión. Y lo cierto es que la tozudez separatista, con su violento pacifismo por bandera,
va a generar un enfrentamiento civil, no en Cataluña, como pretende
Méndez de Vigo, sino en todo el país.
Además, la moción de censura frentepopulista (socialistas, comunistas y separatistas de todo signo) sigue en pie, con ese personaje nefasto llamado Pedro Sánchez, uno de esos tipos
muy capaz de llevar al país a una guerra civil.
Guerra o enfrentamiento, me es igual, que tendrá dos bandos: ese Frente Popular, calcadito del de 1936, y al frente a una derecha
tibio-pepera y los jacobinos de
Ciudadanos, todavía poco versados en enfrentamientos bélicos
y otras cuestiones de importancia.
Probablemente,
ni los separatistas catalanes ni los vascos sean otra cosa que la espoleta: lo cierto es que a lo que nos enfrentamos es a una
guerra civil entre neo-comunistas y una derecha pagana que ya no lucha por sus principios cristianos sino por sus intereses capitalistas.
Y esto es lo bueno:
Méndez de Vigo evoca a Rousseau, aquel salvaje no bueno que obligaba a sus parejas a abandonar a sus hijos en el entorno de un hospicio, y a la Constitución de 1812, según él, el no va más del liberalismo, cuando lo cierto es que fue un texto que
habla de una España confesional.
En cualquier caso, todo está en orden: este señor es
ministro de Educación. O sea, un señor que no sabe lo que hace porque no sabe lo deshace.
Por tanto,
la moción de censura frentepopulista contra Rajoy continúa y el problema catalán no se solucionará sino con una venganza separatista sobre la derecha española, que ellos identifican con el
PP. Y si no consiguen vengarse la cosa durará y durará. Para los separatistas, lo importante no es conseguir la independencia sino que toda España, a ser posible toda Europa,
esté pendiente de ellos. La simiente de Caín, sembrada en Barcelona, se extiende por toda España.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com