Consejo de Ministros del miércoles 17 de abril. La portavoz, ministra de Educación, Isabel Celáa, es la miembra del Gabinete Sánchez que mejor se ha aprendido las lecciones del gran estratega –ese hombre- llamado Iván Redondo: institucionalidad y moderación, queridos míos, y ganaréis las elecciones. Y una segunda norma: la campaña no se hace en los mítines: se hace en la mesa del Consejo de Ministros.

Y entonces es cuando aparece en escena esa mujer, Isabel Celáa y nos explica, a todos y a todas, que no hay que crispar la campaña, que todos debemos “expresarnos en libertad” y, también, que aquí el más insultado es Pedro Sánchez, el mismo que ha convertido RTVE y Prisa en aparatos de propaganda de su persona y en lanzarse contra el enemigo, especialmente contra el PP y contra Vox.

Sin embargo, miren por dónde, resulta que la Fiscalía no se mueve con los ataques a Vox y Ciudadanos

Y con esta hoja de ruta, Sánchez continúa aprovechando el Consejo de Ministros para prefigurar su próximo Gobierno. Ya saben, ayer lo explicó muy bien el señor Gabriel Rufián: primero pactar con Ciudadanos, si no se puede, con Podemos; con los independentistas catalanes en último lugar (esto se lo calló Rufián). Pero en las tres posibilidades hay que contar con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), esos burgueses exdemocristianos que ahora hablan -Aitor Esteban dixit- de “derechos sociales”. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!

Albert Rivera se ha cansado de esperar y ha puesto una denuncia por la encerrona de Rentería

Y quizás por eso, el penúltimo Consejo de la legislatura resulta que le ha regalado el tramo vasco de la autopista vasco aragonesa al Gobierno vasco. Mientras, allá en Euskadi sur, Andoni Ortuzar continua diciendo que esto son lentejas, que quieren mucho más a cambio de sus cinco escaños. Ya lo hemos dicho muchas veces: el PNV chantajea a España con cinco sobre 350 diputados en el Congreso. Porque Euskadi es tan pequeño que no se ve en el mapa, así que el PNV se dedica a la extorsión.

El PSOE se especializa en déficit oculto

Porque esa es otra, Esteban asegura que Euskadi no es un parque temático, en alusión a las apariciones por aquellas tierras de un vasco como Santiago Abascal o de un catalán como Albert Rivera. Y también ahí viven en alianza PSOE y PNV… porque hay que tener un rostro pétreo para pedir moderación y luego no solicitar al fiscal que actúe de oficio contra los que, sobre todo a Vox pero también Ciudadanos, no permiten que nadie hable en sus territorios. Por no hablar de Podemos que no sólo promueve altercados, sino que llegado el caso, los secunda con entusiasmo. Ya saben: la caza al facha.

Esos son los aliados de Sánchez, pero el mismo que se dice víctima de insultos y que, por boca de su ministra portavoz, solicita moderación, mucha moderación.

Más regalos al PNV. Sus cinco diputados de derechas resultan imprescindibles para que la izquierda se mantenga en el poder

Y un último detalle, El Gobierno de Pedro Sánchez ha vivido de las rentas que le dejara Mariano Rajoy. Ahora bien, además de que esas rentas se acaban (ojo, Alemania acaba de rebajar su predicción del PIB del 1 al 0,5%) se está creando un déficit oculto y muy peligroso. Son medidas de no mucho calado pero muchas medidas y unidas suman mucho. Como la de hoy, miércoles 17 de abril, claramente electoralista, con la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, que ha presentado dos en planes: uno contra el Alzheimer, otro para mejorar la atención primaria. Por cierto, ¿diez días antes de las elecciones te poner a presentar planes? ¿Y si no las ganas, qué le dejas al siguiente? Algo en lo que no cree.

Y claro, a ver quién es el guapo que se opone a mejorar la atención primaria. El problema, como siempre ocurre con los espléndidos planes de la izquierda es: ¿quién lo paga?