Javier Ybarra publica sus Perritos calientes del desde el Caserío de Neguri desde hace años. Textos cortos, incisivos, demostrando que con 600 letras se puede decir lo mismo que con 600 páginas, sólo que hay que ser muy bueno.

De su último envío destaco estos dos párrafos, escritos tras el rifirrafe de un batasuno y sus insultos a los policías que protestaban en el Parlamento vasco. Ahí va el primero: “Aunque con formas aldeanas y violentas, los vascos compartimos con los ingleses el orden demente y detallista de la tradición, el carácter autoritario y escéptico frente a la vida, nada fácil de combinarse al mismo tiempo, y el respeto por nuestros propios asesinos. Londres los homenajea en su museo de cera Madame Tussauds y el País Vasco en los pueblos de donde son oriundos muchos etarras que salen de la cárcel, e incluso ayer en la Cámara Vasca, con Bildu insultando a la Guardia Civil poco después de que apoyase a Pedro Sánchez en el Congreso.

En paralelo, el presidente Andoni Ortuzar presume del chantaje del PNV a Sánchez

Porque esta es la clave de bóveda de lo que ocurre ahora mismo en la política española y de la traición del PNV a España. Es el viejo lema del fenecido Arzalluz: “Unos menean el nogal y otros recogemos las nueces”. Los etarras asesinaban y los réditos políticos se los llevaban los “moderados” del PNV.

El lehendakari Íñigo Urkullu, atención, no movió un dedo, no movió un párpado ante los insultos de Bildu de la misma forma que sus ‘antepasados’ peneuvistas no movieron un parpado mientras ETA asesinaba. Es más, a los padres del PNV les salieron hijos batasunos. Es la maldición del tibio.

La estrategia del nacionalismo vasco no ha cambiado: unos menean el nogal y otros recogemos las nueces

Y aquí viene el segundo párrafo a destacar de Javier Ybarra, que pasa a hablar en primera persona como hijo que es de un asesinado por ETA: “Mientras Bildu insultaba a España desde el parlamento de Vitoria, Urkullu, cruzado de brazos, contemplaba el espectáculo sin pestañear, tal como lo hicieron sus predecesores durante los años de plomo, cuando ETA nos mataba. El PSOE y Pedro Sánchez comienzan a desinflarse tras hacer pasar al Titanic a los nacionalismos destructivos –“Haz que pasen”- que suben a cubierta cantando el Eusko Gudariak y Els Segador para intentar explosionar España desde dentro, al más puro estilo del misil con forma de tweet que ayer lanzó contra Bruselas Jacob Rees-Mogg y que puso en estado de alerta a Macrón y a Juncker”.

¿En qué se parecen vascos e ingleses? En que ambos comparten la admiración por sus asesinos

Y ahora la guinda de la tarta. De la misma forma que el PNV traicionó a Mariano Rajoy, el día de la moción de censura, está ahora chantajeando a Sánchez. Lean la entrevista de Andoni Ortuzar, sucesor de Arzalluz, publicada el domingo en la prensa vasca, y comprenderán el chantaje al presidente. Bueno, aquí puede hablarse de chantaje compartido, porque don Pedro, con tal de permanecer en La Moncloa, colaborará con entusiasmo en el secuestro de España por parte de los nacionalismos vasco y catalán.

Se lo explico: esta misma semana se traspasarán cuatro nuevas competencias al Gobierno vasco, es el precio que Sánchez va a pagar por el apoyo del PNV a sus seis decretos electorales de la pasada semana. A cambio, cuatro competencias más y otras ocho en camino. No lo digo yo, lo dice Andoni Ortuzar en la mencionada entrevista donde, con su prepotencia habitual, cita al Gobierno a 'pasar por ventanilla'. En definitiva, Sánchez se gana los cino votos del PNV -se supone que mantendrá los cinco- para su próxima investidura como presidente. Conclusión: el PNV traicionó al tonto de Rajoy y ahora se dispone a traicionar al tonto de Sánchez

Pero ojo, no hablo del nacionalismo radical, sino de nacionalismo burgués: hablo del PNV y de la antigua Convergencia, dos ejemplos de espíritu ligeramente traicionero.