La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a penas que oscilan entre los dos y 13 años de prisión a los ocho acusados de la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en la localidad navarra de Alsasua, el 15 de octubre de 2015.

La Audiencia Nacional ha condenado a los agresores por un delito de desórdenes públicos, pero no por terrorismo, como pedía la Fiscalía, informa La Razón.

Se juzgaba a ocho jóvenes acusados de lesiones y amenazas terroristas para quienes el fiscal pedía penas de 12 a 62 años y medio de prisión. En la última de las once sesiones, los procesados renunciaron a ejercer su derecho a la última palabra.

En su informe final, el abogado José Luis Galán -que defiende a los acusados Aratz Urrizola e Iñaki Abad- denunció que los 50 años de cárcel que el fiscal pedía para ambos suponen “penas muy superiores a las que aplica nuestro Código Penal a los dirigentes de organizaciones terroristas”, a la comisión de “cinco homicidios o cuatro asesinatos”. “Es esta desproporción -asegura- la que ha provocado una especial alarma en la población y un especial interés en este procedimiento”. Sus representados, ha insistido, “no tienen absolutamente nada tienen que ver con estos hechos”. Galán ha asegurado que “España sabe por desgracia lo que es terrorismo y sabe también muy bien lo que no es terrorismo”, por lo que ha alertado del peligro de “banalizarlo” con una condena “inventando un relato para resucitar un terrorismo ya inexistente”.

“Un empujón a un guardia civil por parte del mismísimo jefe de ETA, o del ISIS, no es un delito de terrorismo”, ha defendido el letrado, para quien las acusaciones han “presionado” al tribunal por una “mera pretensión de venganza”.