• Es la mayor gestora de activos del planeta, valorados en unos 5,05 billones de euros (Casi cinco veces el PIB español).
  • Fue creado en 1988 por varios socios de Blackstone, entre ellos Larry Fink y Robert S. Kapito.
  • Es el gran dueño del Ibex: posee más del 3% en 21 de las 35 empresas del selectivo, o sea, más de 18.500 millones.
  • Y al mismo tiempo, es el principal propietario de empresas alemana cotizadas.
  • Pero no corre ningún riesgo propio al invertir: no es su dinero, sino el de jubilados, fondos de inversión, bancos, aseguradoras…
  • Larry Fink ha financiado a Barack Obama y Hillary Clinton. Del Partido Demócrata de toda la vida.
  • Y moralmente neutro. Lo mismo invierten en la abortera Bayer que en el Santander.
BlackRock se podría definir como un superfondo de fondos, que coloniza el mundo. Y es que es la mayor gestora de activos del mundo, los cuales están valorados en unos 5,05 billones de euros, según los últimos resultados de la firma. Se creó en el año 1988 por parte de varios socios de la marca de inversión Blackstone, entre ellos Larry Fink y Robert S. Kapito (en el tercer y primer puesto en la imagen), que actualmente desempeñan los cargos de Ceo y presidente de BlackRock, respectivamente. También permanecen en esta segunda firma otros tres de los ocho socios fundadores (Ben Golub, Sue Wagner y Barbara Novick), el resto (Keith Anderson, Hugh Frater y Ralph Schlosstein) se fueron. En sus casi 30 años de historia, BlackRock parece que no ha perdido el tiempo. Entre otras cosas, se ha convertido en el gran dueño del Ibex: posee más del 3% en 21 de las 35 empresas que forman el selectivo español, o sea, tiene participaciones valoradas en más de 18.500 millones. Por ejemplo, es el principal accionista de los dos principales bancos, Santander y BBVA. Al mismo tiempo, las cosas no le han ido mal en Alemania, donde es el principal propietario. Y es que BlackRock es el principal inversor en empresas como BMW, Mercedes, E.ON, RWE, Deutsche Telekom, Lufthansa, Bayer, Deutsche Bank, Allianz… Pero conviene subrayar que BlackRock no corre ningún riesgo al invertir, pues cuenta con distintos vehículos para hacer dicha operación y es el dinero de terceros. En concreto, es el dinero de jubilados (planes de pensiones de empresas), administraciones públicas, sindicatos, industrias, aseguradoras, fondos patrimoniales soberanos, fundaciones, bancos, organizaciones benéficas, etc., incluso de algunas importantes agencias de rating (Moody's y McGraw-Hill). Un poder en la sombra porque a pesar de ser el principal accionista de múltiples compañías, BlackRock no ocupa sillas en sus consejos de administración. De ahí que más de una vez sobrevuelen acusaciones de opacidad y falta de transparencia. Y cómo no, no están lejos del poder político. De hecho, en EEUU, Larry Fink ha aportado dinero a varias campañas electorales de los demócratas (por ejemplo, las de Barack Obama) y su sueño era ser secretario del Tesoro si Hillary Clinton llegaba a la Casa Blanca, según The Intercept, con la que tiene algunos parecidos, como recogió la CNN. Cristina Martín cristina@hispanidad.com