¿Recuerdan el gesto de Millán Salcedo, de Martes y Trece? Se puede aplicar perfectamente a las declaraciones que ha realizado este lunes José Manuel Villarejo en la Audiencia Nacional. El ex comisario ha vinculado, ojo al dato, las escuchas encargadas por el BBVA de Francisco González (FG) con el atentado del 11-M que costó la vida a 192 personas.

“El caso BBVA no es simplemente un encargo profesional privado, sino que detrás del mismo hay intereses estratégicos del Estado y del interés general de todos los españoles”, ha declarado el abogado de Villarejo, Antonio José García Cabrera. Es más, según el letrado, “BBVA es un actor ocasional, que nada tiene que ver”.

En otras palabras, el Gobierno Zapatero se habría espiado a sí mismo y FG habría pagado la factura: ¡Prrrrrrr!

Mientras, el BBVA provoca una guerra interna en el BCE: Guindos quiere escarmentar a FG y Enria teme una nueva crisis bancaria

García Cabrera ha explicado, incluso, que las grabaciones no fueron realizadas por Villarejo, sino que le fueron suministradas para que elaborara un informe acerca del peligro que se cernía sobre el Estado. Al parecer, Luis del Rivero, Abelló y los otros espiados, suponían una gran amenaza para España.

Y eso que los representantes de la Fiscalía Anticorrupción han interrumpido en varias ocasiones a Villarejo al entender que la información en cuestión está actualmente protegida por la Ley de Secretos Oficiales, según fuetes jurídicas. “Han quedado muchos datos que no han podido ser manifestados el tribunal hasta tanto no se alce el secreto por el Consejo de Ministros”, ha manifestado el abogado García Cabrera. En dos palabras: im presionante.

En Moncloa, tranquilidad: cuando Fernández de la Vega apoyaba al Santander en su juicio por las cesiones de crédito, don Pedro era concejal

Mientras tanto, el BBVA provoca una guerra interna en el BCE: Luis de Guindos pretende escarmentar a FG pero el jefe de supervisión europeo, Andrea Enria, le para los pies: no quiere inaugurar su mandato con una nueva crisis bancaria encima de la mesa.

¿Y en Moncloa? En el Gobierno reina una tranquilidad absoluta acerca de este escándalo. Ni siquiera les perturba el apoyo de María Teresa Fernández de la Vega al Santander en su juicio por las cesiones de crédito. Y lo resumen así: cuando Fernández de la Vega era vicepresidenta, Pedro Sánchez era concejal.