Junta de Accionistas de Unicaja Banco, celebrada en Málaga durante la mañana del jueves, en pleno proceso de fusión con Liberbank, presidida por Manuel Menéndez.

Manuel Azuaga, que había hablado de un acuerdo próximo para cerrar la operación, aludió al problema que representaba la fuerte “capitalización” de Unicaja, que atentaba contra su rentabilidad comparada porque “nos permite liderar operaciones corporativas… como la actual de Liberbank”.

Y esto nos lleva al asunto pendiente del esquema de poder en la nueva entidad Unicaja-Liberbank. Desde Liberbank se lanza la idea del esquema favorito de Liberbank: presidente-chairman y ceo-primer ejecutivo. Pues no, cuando ha quedado claro que Unicaja vale el 56% de la entidad resultante por un 44% Liberbank, Azuaga se perfila como presidente, ojo, ejecutivo, de la nueva entidad.

Dos detalles más sobre la intervención de Azuaga en la Junta, a preguntas de los accionistas. Por una parte, el presidente de Unicaja reconoció que aún deben reducir los activos improductivos, ahora conocidos como tóxicos, procedentes, en su mayor parte, del sector inmobiliario y, recuerda Azuaga, en el caso de Unicaja, procedentes de Caja Duero.

De cualquier forma, insiste en que, durante 2018, redujeron este capítulo en más de 1.000 millones de euros.

Por otra parte, y un tanto contrariado, le recordó a un accionista, a cuenta de las claúsulas-suelo, que su entidad se acoge a la sentencia del Tribunal Supremo de mayo de 2013, que no exige a los bancos dar soluciones colectivas a estas hipotecas, sino que "verlas caso a caso".

Y, por último, también en respuesta al mismo accionista, Azuaga hizo hincapié en que Unicaja jamás ha emitido Preferentes.