Después de que Texas y Ohio ordenaron el cierre de todas las clínicas de aborto, declarándolas no esenciales, la Federación Nacional del Aborto, que representa a grupos de la industria del aborto en los Estados Unidos, instó a las autoridades gubernamentales estatales y federales a designar a las clínicas de aborto como "negocios esenciales".

Los grupos internacionales pro-aborto se apresuraron a aprovechar la pandemia de COVID-19 para pedir más fondos y menos restricciones al aborto basadas en reclamos no verificables, informa C-Fam.

Según el gigante del aborto, International Planned Parenthood Federation y otros grupos de aborto, la nueva pandemia de coronavirus (COVID-19) provocará un aumento en la demanda de aborto. Los toques de queda y las órdenes de quedarse en casa en todo el mundo conducirán a relaciones sexuales sin protección e incluso violencia doméstica y violación, dicen, mientras que las regulaciones existentes y el distanciamiento social harán que sea más difícil obtener el aborto.

Pues bien, en Australia, una empresa privada proveedora de mascarillas y otros suministros médicos esenciales canceló un pedido realizado por la clínica abortista Marie Stopes Australia sobre la base de que estaba reservando sus productos para los “profesionales de la salud”, especialmente en el contexto de la batalla contra el coronavirus COVID-19.

Como informa Buzzfeed News, la empresa Clifford Hallam Healthcare (CHH) canceló la orden con el siguiente correo electrónico: “Se nos ha pedido que reservemos nuestros suministros para profesionales de la salud, ya que son la primera prioridad”.

El Gobierno australiano también se ha negado a suministrar equipos de protección personal a Marie Stopes Australia y, en cambio, sugirió que la organización fuera a la farmacia de precios bajos Chemist Warehouse para intentar obtener mascarillas.

Marie Stopes Australia realiza anualmente alrededor de 50 mil servicios de supuesta “salud sexual y reproductiva” que incluye abortos, vasectomías y citas donde las personas pueden acceder a la anticoncepción. La organización ha intentado durante cinco semanas ordenar equipos de protección personal esenciales.

El sitio provida Life News recordó que “los hospitales y los médicos están trabajando duro para salvar vidas del COVID-19 en todo el mundo”, pero, “por el contrario, Marie Stopes gana dinero destruyendo la vida de los bebés no nacidos en abortos electivos”.