• Alguien tendrá que responder algún día por la colocación de las cajas gallegas.
  • Los márgenes de Escotet: el de intereses cae un 6,9% y el bruto, atentos, un 42,4%.
  • Tras el anuncio del Frob acerca del futuro de BMN, hay unanimidad en el sector: lo más adecuado sería subastarla para recuperar las mayores ayudas posibles.
  • Alguno se debería sonrojar por el caso Abanca.
No nos vamos a extender en los resultados que Abanca ha cosechado hasta septiembre, publicados el jueves por la tarde. Pero sí merece la pena hacer un pequeño 'tour' por los márgenes de la entidad propiedad de Juan Carlos Escotet (en la imagen). El primero, el margen de intereses, cae un 6,9%, hasta los 299,5 millones de euros y el margen bruto, atentos, se desploma un 42,4% y no supera los 449,2 millones. Tranquilos, porque después de reducir los gastos de explotación un 3,1% y, sobre todo, de rebajar las dotaciones y provisiones un 203%, el beneficio alcanza los 266,6 millones, un 0,4% superior al de 2015. Visto lo visto, alguien tendrá que responder algún día por la colocación de las antiguas cajas gallegas. Y más ahora, después del anuncio del Frob acerca del futuro de BMN. Efectivamente, el propietario de Banco Mare Nostrum está estudiando la manera de privatizar la entidad. Dos opciones sobre la mesa: fusionarla con Bankia o sacarla a pública subasta y que se la lleve el mejor postor. En el sector, no obstante, hay unanimidad: lo más apropiado es subastarla, no por nada, sino porque de lo que se trata es de recuperar el máximo de las ayudas públicas posibles. El mismo principio se debería aplicar a las antiguas cajas gallegas. Y hablamos en presente porque, recuerden, de los 1.003 millones de euros que ofreció Escotet, el Frob sólo ha recibido, que sepamos, 400, que corresponden al primer pago. Muy poco comparado con los más de 9.000 millones que inyectó el Estado. Alguno se debería sonrojar. Es lo mínimo. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com