Sr. Director:  

La transparencia debe ser rigurosamente exigida a cualquier responsable público. Pero cuando se lanzan infundios con escaso fundamento y documentación, corremos el riesgo de convertir dicha exigencia en una especie de caza de brujas que termina por generar un clima irrespirable en torno a una persona y en la política en general.

Recuerdo que Pablo Casado está bajo la lupa del escrutinio público desde que su nombre sonara como posible candidato del PP a liderar las listas para el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid, era cuando el Gobierno seguía en manos del PP. Casado debe estar disponible a ofrecer cuantas explicaciones sean necesarias, pero eso no debe significar verse sometido a una especie de tiro al blanco.

Por desgracia, resulta muy difícil desarraigar la sospecha una vez que se ha sembrado con asombrosa facilidad. Y es que en mi opinión, la ansiada regeneración debe transitar por caminos menos pantanosos.