El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, insiste en que Europa no necesita inmigrantes, sino hijos. Tiene toda la razón. Eso no significa que no debamos acoger a quien lo necesita, pero lo cierto es que lo que necesita la envejecida Europa son hijos.

Porque claro, lo que se oculta es que tener hijos es muy duro. Y también se nos oculta que lo que pretende la progresía a europea es emigrantes esclavos que les paguen sus pensiones.

Además, la presunta atención a los inmigrantes con dinero público se ha convertido en la coartada favorita para no tener hijos.

Es cuando la inmigración se convierte en explotación.