Circula por la red un vídeo que demuestra la necesidad de los soldados rusos de la presencia de Dios en sus misiones. Trasladan toda una iglesia, con su altar y sus imágenes vía aérea, la montan en solo una hora y ya está lista para que les acompañen en los servicios religiosos. Y, por supuesto, no pueden faltar los sacerdotes ‘paracaidistas’ que también se unen a esta particular iniciativa.