Una campaña de desratización con perspectiva de género. La coña ha sido grande y entonces el Ayuntamiento de Murcia se ha apresurado a aclarar que la perspectiva de género no se refería a las ratas, sino a los des-ratizadores y des-ratizadoras. Muchas gracias, señor alcalde, la aclaración resulta pertinente.

Pero es que esta es la clave. Para matar ratas lo importante es saber matar ratas, no el sexo del matador. Eso es lo realmente estúpido en la ideología de género: que todo lo hace género.

De todas formas, matar ratas es un oficio muy digno y estoy seguro que muchas mujeres se sentirán satisfechas de que la ideología de género les proporcione ventajas, o al menos equidad, a la hora de matar ratas. Es una actividad necesaria y extraordinariamente estimulante.