Decíamos ayer que la ministra de Igualdad, Irene Montero ha defendido que la crisis sanitaria del coronavirus ha dejado “al descubierto” desigualdades estructurales que incluyen al género. Considera que existe una “feminización” de la pobreza que se ha acentuado durante el confinamiento en relación con la violencia machista. De lo que podemos deducir que el Covid-19 es machista.

Pues bien, el coronavirus se presta a distintas interpretaciones, otra muy distinta es, por ejemplo, la que tienen los yihadistas para quienes el virus es una maldición de Ala ha caído sobre el mundo.

Los primeros atacados son, lógicamente, los chinos, donde se ha originado la enfermedad, por el odio que tienen a este país que combate a los uigures yihadistas de la provincia de Xinjiang.

Pero tampoco se salvan los cristianos. Recientemente, el ideólogo yihadista Abu Muhammad Al-Maqdisi, al que se ha relacionado con Al Qaeda, por lo que ha sido detenido en varias ocasiones, pidió a los musulmanes que recen “para que los infieles (entre ellos los cristianos) contraigan el coronavirus y mueran.

Ya lo ven, los hay quien sacan partido de todas las situaciones.

Sólo hay algo cierto: el virus de la idiocia avanza en el mundo.