Gran éxito científico, un niño nace con aportación genética de su padre legal, de su madre legal y con parte -muy pequeñita, como decía un científico- de uno que pasaba por allí. O sea, que es un hijo de tres padres pero como hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad, en breve podremos hacer realidad el insulto favorito de Eli Wallach, el feo de Sergio Leone, Hijo de 1.000 padres. Naturalmente, el éxito científico se realiza con un profundo interés ético: curar enfermedades. Olvidan que tener hijos no es un derecho, sino un  compromiso que conlleva muchos deberes. Y si no puedes tener hijos, o hijos sanos, ¿por qué no adoptas? ¿Por qué quieres que tus hijos sean tuyos, genéticamente tuyos? Pues ésta es la manera de que no lo sean. Pero eso sí, los científicos han conseguido un nuevo mérito. Hispanidad redaccion@hispanidad.com